Haz click aquí para copiar la URL
España España · Sotrondio
Voto de Sigma:
9
Musical. Comedia. Romance Antes de conocer a la aspirante a actriz Kathy Selden (Debbie Reynolds), el ídolo del cine mudo Don Lockwood (Gene Kelly) pensaba que lo tenía todo: fama, fortuna y éxito. Pero, cuando la conoce, se da cuenta de que ella es lo que realmente faltaba en su vida. Con el nacimiento del cine sonoro, Don quiere filmar musicales con Kathy, pero entre ambos se interpone la reina del cine mudo Lina Lamont (Jean Hagen). (FILMAFFINITY)
4 de abril de 2007
11 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
“I’m singin’ in the rain.., I’m singin’ in the rain..” ¿quién no ha canturreado alguna vez esta melodía, o la ha escuchado en otras películas? Es la inconfundible melodía que da título a esta gran obra maestra, una película representativa de su género, un clásico que ha llegado hasta nuestros días y que aún hoy pervive, y de qué manera.
Máxima expresión del cine de su momento (a pesar de que en esta época asistíamos a la crisis del musical y del sistema de estudios), que contaba con una genial pareja como son Gene Kelly y Stanley Donen que juntos son insuperables, y nos hacen canturrear y bailar junto a ellos, con un aire muy sutil, unos pies mágicos y unas coreografías entrañables.
Son músicas que nada tienen de relleno, sino que constituyen en sí mismas la trama. Pero no sólo las melodías hacen de esta película una gran obra, las luces, los escenarios, cámaras y movimientos bailan al mismo ritmo con un compás que nos hace sumergirnos en una butaca de los teatros de los años 50, pero con una gigantesca pantalla enfrente de nosotros aunando dos épocas tan distintas como son mediados del siglo XX y principios del XXI.
Pero además nos encontramos ante una comedia. La trama nos remite a la época del paso del mudo al sonoro, época dura para el cine llena de casos anecdóticos que en la película se convierten en aspectos cómicos, como la irritante y ridícula voz de Lina Lamont (Jean Hagen), así como las dificultades para captar su voz antes sus inquietantes movimientos de cabeza.

Recordadas infinitamente y a la vez que espectaculares son algunas de sus escenas, como cuando nos embelesa el tan conocido “Singin’ in the rain”, donde observamos a Gene Kelly, después de haberse despedido de su querida Kathy, balanceándose alegremente con su paraguas sobre una farola y pisando con gran entusiasmo los charcos de la calle ante una gran tormenta y bajo la mirada atónita de un policía, para posteriormente cederle su paraguas a un transeúnte. Los grandes malabares de Donald O’Connor subiéndose (literalmente) por las paredes al ritmo de “Make ‘Em Laugh”. Un “Good Morning” que nos trasmite toda la dulzura y el entusiasmo de Debbie Reynolds. El espectacular “Broadway Melody”. La sentimental “You Are My Lucky Star”. O el delirante “Moses Supposes” donde Kelly y O’Connor bailan claqué sobre una mesa de escritorio ante la mirada estupefacta de la profesora de dicción.

En definitiva, una magnífica comedia musical que se ha ganado el favor del público desde su estreno hasta este mismo momento, y es que pocas veces podemos hablar así de una película que no saca más de medio siglo de ventaja.
Sigma
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow