La puesta en escena de Paula Ortiz no engaña a nadie. Ya sabemos cómo acaba. ¿Para qué engañarnos? La película está basada en la novela Bodas de Sangre de Federico García Lorca. La historia de un amor trágico. El eje central de la historia sería ese amor trágico unido a los celos. Que parece ser que Lorca se basó en un crimen real ocurrido en 1928. Ortiz con su valiente puesta en escena pone en sobre aviso al espectador. Vamos que es una tragedia y de eso se trata la película. Ortiz usa en la tragedia algunos elementos de Lorca en la obra el agua, la sangre, los cristales…. Todo ello con toque onírico perdón Lorquiano…. Inma Cuesta (Todo un monumento cuando canta La tarara) es la novia aunque ya ha demostrado su buen hacer aquí esta soberbia lo mismo que sus protagonistas masculinos. Y esa madre que representa muchas cosas esas Luisa Gavasa, magnífica y arrasadora. Está claro que han salido del universo de Lorca. Sobra decir que el poeta granadino es un magnífico retratista del universo femenino. Así lo demuestra Ortiz que no quiere que el público se aburra. Ni pisa el acelerador. Todo pasa en su momento justo y en el momento exacto. Acompañado todo con una música, excelente, con una ambientación extraordinaria. Me atrevería a decir que para mí es la mejor película española del año. Sus 12 candidaturas a los Goya y sus 9 Candidaturas al Feroz avalan la calidad de la segunda película de Paula Ortiz. Eso si su cuidadísimo formalismo estético puede no gustar a todo el mundo. Pero creo que a quien haya leído a Lorca no tendrá más remedio que gustarle esta genial y hermosa adaptación.