El hombre que pudo reinar de John Huston es una cinta de aventuras basada en el colonialismo británico del siglo XIX. Dirigida con un ritmo majestuoso y con un estilo aventurero y divertido en ocasiones que atrapa y apasiona al público, es una obra sorprendente y con una historia muy válida en su interior que con ingenio cumple con un trabajo excepcional y dinámico en el que, en algo más de 2 horas, muestra muchas hazañas de sus protagonistas, entreteniendo a todos los públicos. Realizada de manera lúcida tiene un resultado espléndido que encantará sobre todo a los amantes del género.
La fotografía es sugestiva a cada lugar visitado, ofreciendo imágenes lumínicas y grandiosas que dan gran vistosidad al film en un cautivador trabajo que es estéticamente inspirador al estar repleto de detalles. La música es autóctona y alusiva en una estimulante tarea variada que añade algo de intriga en ocasiones y sonidos rítmicos que son alentadores para la acción, en un magnífico trabajo que acompaña la historia sobre todo en los momentos importantes. Los planos y movimientos de cámara completan una detallada labor técnica mediante el uso de los generales, detalles, cámara en mano, primeros planos, panorámicos, reconocimiento, seguimiento y avanti que sacan lo mejor de las escenas.
Las actuaciones son auténticas y genuinas. Como protagonistas Sean Connery y Michael Caine comparten el protagonismo con personajes muy carismáticos y remarcables en una notable labor, siendo señalados los acompañamientos de Christopher Plummer, Saeed Jaffrey, Doghmi Larbi y Shakira Caine entre muchos otros. La dirección artística emplea para estos unos vestuarios y caracterizaciones asombrosos y bien trabajados en detalles, que son evocadores y típicos de cada lugar en la época en cuestión, impecable y distinguida por un lado y humildes y carentes por otro en una brillante tarea que, junto con los oportunos decorados de cada país, te transportan en una eficaz tarea.
El guion, escrito por el director junto con Gladys Hill y basado en la historia de Rudyard Kipling, lleva por bandera las andanzas de dos hombres aventureros que van en búsqueda de un reino, atrayendo al público con una trama agradable lejos del habitual cine negro realizado por el director. Esto se lleva a cabo con una narrativa con voz en off explicativa y el resto con tono simpático y burlón por parte de los protagonistas, en un equilibrado trabajo que gusta escuchar al público. Cabe destacar el buen montaje que usa el flash-back en saltos temporales, para poner en situación al espectador y que saca gran historia en algo más de 2 horas de metraje.
En conclusión, la considero una de las obras indelebles y esenciales del director, y que además, cabe señalar que está bastante lejos en sus aventuras de su cine negro más reconocido y habitual, consumando una película entretenida e incluso divertida a ratos que gustará al público en general. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, montaje, planos, movimientos de cámara, vestuarios, caracterizaciones y narrativa que convierten a El hombre que pude reinar, en un film llamativo y fantástico en sus aventuras, que deja el nivel alto en el género y que sobrevive eficazmente el paso del tiempo.