Pocos directores logran tocarte la fibra sensible de forma tan magistral como Vittorio de Sica, con una inmejorable dirección, llevando a cabo un guion bien hilado y con un argumento interesante desde que empieza hasta que acaba. Dos grandes actuaciones las de Franco Interlengui y Rinaldo Smordoni, dos jóvenes con las ideas bien claras a la hora de interpretar y hacen sentir al espectador sus frustraciones y sueños inalcanzados. Por lo demás cabe destacar una respetable fotografía, al igual que su música y decorados, evocadores de la época y momento en cuestión. Amistad, lealtad, crueldad y traición, se dan la mano en este film para dejar de piedra a cualquier espectador que busque no solo una gran historia, sino esas, que dejan su huella imborrable en un largometraje de los que dejan bien alto el listón en el séptimo arte.. Totalmente recomendable para todos los públicos, junto con El ladrón de bicicletas, las mejores de Vittorio de Sica.