Una historia del Bronx (1993) de Robert De Niro es un drama basado en la mafia y el racismo en los años 60 en los bajos fondos de Nueva York. Dirigida con un ritmo activo y con un estilo personal que plasma con verosimilitud la obra del también actor Chazz Palminteri, es una cinta reflexiva por exponer el aprendizaje de un joven que aun estando en una mala zona, es orientado para ser alguien en la vida aunque vaya a contracorriente. Realizada de manera irresistible tiene un resultado excepcional que es de visión obligada para todos los públicos.
La fotografía es una mezcla de luces tenues y oscuras en un evocador trabajo magistral que está repleto de detalles, algunos incluso impactantes por la violencia que muestra. La música te transporta al momento en cuestión gracias a unos sonidos alusivos y variados como el jazz o música negra en un soberbio acompañamiento durante todo el film. Los planos y movimientos de cámara completan un notable trabajo a través del uso de la cámara en mano, primerísimos planos, avanti, retroceso, reconocimiento, detalle y subjetivos que aumentan el dramatismo y la atención del espectador.
Las actuaciones son auténticas. Como principales Robert De Niro efectúa un buen papel con carácter propio, Chazz Palminteri esta reluciente como mafioso que es mostrado también con corazón y Lillo Brancato cumplidor en su labor, siendo estupendos también los acompañamientos de Francis Capra y Joe Pesci entre otros. Emplea para estos la dirección artística unos vestuarios sugestivos a la época y a cada uno de los personajes según su importancia o posición de este.
El guion, escrito por Chazz Palminteri y basado en su propia obra, es instructivo al tener una trama que aun siendo implacable y penetrante para el público lleva impresa un mensaje constante de aprendizaje positivo para el joven que crece bajo dos universidades, “la del colegio y la de la calle”, siendo en definitiva un trabajo extraordinario. Esto se lleva a cabo con una narrativa con voz en off del protagonista explicativa y amable, señalando sus dudas y preocupaciones. Destaca también el montaje lineal y seguido que narra 8 años de la vida del joven Calogero en un admirable trabajo que queda resumido en 2 horas.
En conclusión, la considero una obra inolvidable e insustituible en el género por ser espléndida al plasmar la vida de un joven y su formación, que es una mezcla de lo que aprende de su padre y de su amigo y mafioso local Sonny, mientras crece en un entorno hostil en el que es muy fácil precipitarse por el camino equivocado. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, montaje, planos, movimientos de cámara, vestuarios y narrativa que hacen de Una historia del Bronx, un film que encandilará a los seguidores del género por hilar un trabajo digno de elogio.