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Voto de Elcinederamon:
9
Drama A finales de la Época Heian en el siglo XII, el gobernador de un pueblo es enviado al exilio. A pesar de que su familia quiere ir con él, ninguno podrá acompañarle, pues, engañados por una vieja que se hace pasar por sacerdotisa, son vendidos como esclavos por separado: la madre por un lado y los hijos por otro. (FILMAFFINITY)
25 de noviembre de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El intendente Sansho de Kenji Mizoguchi es un drama basado en la esclavitud en el siglo XII en el Japón feudal. Dirigida con un ritmo pausado y con el estilo profundo y tradicional utilizado por el director, es una obra bella que expone como una familia es dividida y esclavizada hasta que pasan los años y a través de una canción, saben que su madre está vida y es una prostituta, llevando a cabo un film hermoso que llega al corazón y que se centra en la lucha y en la esperanza cuando parece que todo está perdido. Realizada de manera maravillosa tiene un resultado magistral que hace de ella un film imprescindible para los amantes de los clásicos japoneses.
La fotografía en blanco y negro está bien cuidada hasta el más mínimo detalle, concluyendo un evocador y magnífico trabajo que cautiva por ser hermoso y estéticamente inspirador. La música es emotiva y melódica, empleando sonidos tranquilizadores que dan nostalgia gracias a sus armonías autóctonas que atrapan al público en los momentos oportunos por sus espléndidos acordes. Los planos y movimientos de cámara consuman un sobrio pero certero trabajo técnico característico del cine japonés mediante el uso del avanti, retroceso, generales, primeros planos, seguimiento, reconocimiento y detalles.
Las actuaciones son soberbias y repletas de personalidad. Cuenta con las profundas interpretaciones de Kinuyo Tanaka, Yoshiaki Hanayaki, Kyoko Kagawa, Eitaro Shindo, Akitate Kono, Masao Shimizu, Ken Mitsuda y Kazukimi Okuni. La dirección artística emplea para estos unos vestuarios y caracterizaciones sugestivos a campesinos y señores del Japón del siglo XII, en un sobresaliente trabajo que junto con los humildes y bien trabajados decorados, te transportan in situ en un labor digna de elogio.
El guion, escrito por Yoshikata Yoda y Yahiro Fuji, es hermoso y cuenta una historia sobre la lealtad en la familia, basándose en la frase "todos los hombres son iguales y hay que apiadarse hasta de los enemigos", concluyendo un film que es considerado por muchos como uno de los mejores y más bellos en la filmografía japonesa, por su mensaje y calidad cinematográfica que perdura a través del tiempo. Esto se lleva a cabo con una narrativa cordial y familiar al principio, en la que luce la característica educación y respeto japonés que va variando después a otra más efusiva e insidiosa cuando la trama se complica. Cabe destacar también, el montaje lineal y seguido con saltos temporales que narran gran historia en tan solo 2 horas.
En conclusión, la considero una obra imprescindible y única en la filmografía del director y del cine japonés, por mostrar una historia de injusticia, lucha y lealtad que tiene en su interior un mensaje que nos hace a todos ver que los seres humanos somos iguales, aún con las consecuencias negativas que ello conlleve, concluyendo un film sobresaliente y hermoso que es de visión obligada para cualquier cinéfilo clásico. Muy recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, montaje, planos, vestuarios, caracterizaciones y narrativa que vuelven a El intendente Sansho, en una cinta excepcionalmente tallada para los buscadores de películas tan bellas y conmovedoras que no se olvidan nunca.
Elcinederamon
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