La guerra de las galaxias. Episodio I: La amenaza fantasma, es el muy deseado por muchos regreso de George Lucas a la gran pantalla, pero no cumple, e incluso decepciona. Dirigida a su modo personal de hacer cine, tiene un ritmo lento que hace que sus más de dos horas de cinta se hagan largas, sobre todo a la mitad de la película.
Tiene eso sí, unos efectos visuales y de sonido que serán del agrado de todos los públicos, siendo asombrosos y espectaculares. Y una fotografía bella y evocadora, luminosa y rica en matices, cuidando todos los detalles, y plasmándolo de modo agradable para el espectador.
Musicalmente, como era de esperar, es impresionante y llamativa, acompañando inteligentemente a la acción. Y desde luego está bien montada, de forma atrevida y singular, y con un resultado más que satisfactorio.
El guión sin embargo, es solo entretenido a ratos, ya que contiene un argumento que solo engancha al principio, y sobre todo al final, dejando al espectador que se relaje y solo tenga como disfrute los efectos especiales.
Por último mencionar que, las actuaciones son convincentes y acertadas, los decorados son sorprendentes, y los vestuarios y caracterizaciones rozan estéticamente la perfección, llegando a fascinar al público. Por lo que, en conclusión, tal y como he dicho, técnicamente es muy recomendable, pero en cuanto a trama se refiere, serán pocos los ratos que llegará a captar tu atención.