Aunque parezca mentira, Mila Kunis me ha devuelto a la adolescencia, a volver a enamorarme de una mujer, a perseguirla, a cortejarla, a ver una película de amor y que se te salte una lágrima. Preciosa criatura.

Atípica comedia romántica donde las parejas practican la palabra de moda "follaamigos", algo que los de mi generación hacíamos sin tanta rimbombancia y sin más atadura que poner los medios necesarios para no engendrar, y rechazar los sentimientos cuando éstos aparecen.

Como plan de acción, desde luego no está mal, pero esa cosa llamada amor en una relación que se prolonga en el tiempo más allá del lecho, tiende a aparecer, y los contratos, sobre todo cuando se fundan y se basan en relaciones humanas, están para romperlos, y por eso el legislador dictó normas para regular la vida en pareja, incluso la promesa de matrimonio y aún más allá cuando el matrimonio se rompe porque el amor se acaba, es finito desgraciadamente, con el divorcio.

Buen trabajo en la dirección de Will Gluck, ofreciéndonos una comedia diferente, con un Timberlake que ha acabado por ponerme celoso ante la esplendorosa belleza de los ojos de Mila, a la que pondré en mi pedestal de mujeres de las que sin duda podría enamorarme.

Notable, 7.