A principios del 2009 yacía en el puesto 74 del Top Down 100 de Imdb. Mala como ella sola: combinación de ese sonido ochentero con música metalera heavykiller con esas imágenes tan nefastas y esas interpretaciones memorables. Nos cuenta la historia de un jugador de beisbol joven y prometedor que es traído de las garras de Miliki por una sacerdotisa adicta a telenovelas vudús para hacer una precuela de “El cuervo” y vengarse de sus asesinos. De paso, y como toda la familia del difunto fue ejecutada por una escritora de culebrones venezolanas adictas a la violación y salvadores apuñalados, decide tomarse la justicia zombi por su mano (muerta).
Que aparezca Adam West, que el prota se llame Jon Thor Mikl y que sea de nacionalidad canadiense debe quedar como completa pelota de bodrio lista para batearla. Algunos incluso salvan su banda sonora de la quema.

Entre el slasher para una sesión del Club Disney y los zombis de Cine de Barrio “Zombie Nigthmare” es material para el Mystery Science Theater 3000. De hecho, figuró en su parrilla.