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Estados Unidos Estados Unidos · Raccoon City
Voto de Maldito Bastardo:
8
Drama Barrio madrileño de Maravillas. Eloísa es una abnegada esposa y madre eficiente, que vive con su marido, un guardia municipal más autoritario en casa que en la calle y al que a veces se le va la mano. Su hijo es un beato que salió del seminario poco antes de convertirse en sacerdote, y que se pasa la vida estudiando y rezando para expiar los pecados de su familia. Las hijas, dos hermanas, obsesionadas cada una a su manera por la ... [+]
29 de noviembre de 2010
61 de 64 usuarios han encontrado esta crítica útil
«Verás maltratados los inocentes, perdonados los culpados, menospreciados los buenos. Honrados y sublimados los malos, verás los pobres y humildes abatidos, y poder más en todos los negocios el favor que la virtud.»
Fray Luis de Granada
(Guía de pecadores libro 1, parte 3ª cap. XXVIII)

“El mundo sigue” de Fernando Fernán Gómez presenta a dos hermanas antagónicas que muestran dos diferentes verdades. Una ha elegido la vida miserable, pero moralmente satisfactoria al ‘qué dirán’, pese a que su matrimonio no funciona y se encuentra casada con un camarero ludópata que encarna el propio Fernán Gómez. La otra ha elegido el lujo y el dinero y se prostituye con hombres ricos y provectos. No importa la moralidad porque el dinero puede comprar cualquier cosa, incluso el amor paternal. Ambas se odian. Ser mala o buena entra dentro de una catalogación de lo que es, se nace y se hace.

La cinta sufrió de la censura e incluso fue prohibido inicialmente su guión… y en palabras de su director ‘no dio un duro’, como “El extraño viaje”, su otra excelente película. Desde el esperpento hasta la fábula social repleta de mala uva donde el odio y la envidia se erigen como protagonistas enlazados con la hipocresía. Memorable el odio visceral de la sociedad que degenera la trama de la quiniela.

Hay tan buen cine, como ese uso del zoom en esa subida de escaleras memorable entre flashbacks… Esa voz en off que carcome a los personajes, esos padres que, al igual que su hija amoral, se prostituyen y mantienen a otra fregando los suelos de todo el barrio. El mundo está lleno, simplemente, de hijo-de-putas sin el menor sentido de la moral aunque claro, mejor es no generalizar aunque lo mejor sería llamarlo ‘gradalizar’. Robar es mejor que la fortuna y prostituirse mejor que trabajar.
Nada o poco ha cambiado desde el inapreciado estreno de “El mundo sigue”. Mismos perros con diferentes collares y misma sociedad que ahora mira otros prismas mediáticos y condescendientes. El mundo sigue porque sigue siguiendo y tiene que seguir; y seguir su rastro pasa por desear el mal al prójimo: si no es para mí tampoco para ti. Ley de vida y deporte nacional del envidioso y odioso.
Maldito Bastardo
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