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Estados Unidos Estados Unidos · Raccoon City
Voto de Maldito Bastardo:
5
Drama. Romance. Comedia Hungría, verano de 1988. Isabel y Doreen, mellizas y naturales de Alemania Democrática, participan en un campamento de verano. Practican remo y su objetivo es entrenar duro para destacar internacionalmente. Pero todo se tuerce cuando conocen a unos jóvenes coetáneos procedentes de Hamburgo que les descubren que la vida puede ser muy divertida. Más aún, descubren el amor; y entonces cada una de las hermanas, inseparables hasta ese ... [+]
7 de agosto de 2012
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El gran mérito de la película de Robert Thalheim (con guión de Ilja Haller y Susann Schimk) es que es capaz de realizar una alegoría sobre la caía del Muro de Berlín y la separación de las dos Alemanias sin utilizar la distanciación política. Sí queda reflejada en el subtexto y alternancia de la vida de esos jóvenes. En el lujoso restaurante de un hotel uno de los lozanos capitalistas protagonistas devuelve un filete demasiado hecho ante la sorprendida mirada de una joven comunista que se conformaba con el bocado. Ese «siempre quiero lo que pago» contrasta los descubrimientos de las dos mellizas y bellas protagonistas de “Viento del oeste” en el verano del 88. Vacaciones que pasan en un campamento de verano en Hungría, preparándose para poder participar en los Juegos Olímpicos. El esfuerzo y sacrificio diario que llevan a cabo choca frente a las vacaciones de ese grupo de jóvenes de Alemania del Oeste.

Robert Thalheim utiliza el contraste en su banda sonora musical como elemento revelador de conexión entre ambas juventudes. Isabel y Doreen parecen huir y renegar de la guitarra y horribles letras de uno de sus compañeros (y pretendientes) del campamento para bailar a ritmo de ‘Just Like Heaven’ de The Cure en la disco de moda. El imperecedero ‘Never Let Me Down Again’ de Depeche Mode y ‘The Great Commandment’ de Camouflage se repiten más que el uso de la cinta de cassette de amor en el walkman. Seguramente no tendría más presupuesto para pagar más derechos, como el propio Thalheim, que es consciente de que la historia de separación de esas mellizas de Alemania Democrática y el amor ‘de alambrada’ que encuentra una de ellas es un material dramático con fecha de caducidad y metraje.

Por suerte, sabe tirar su propio muro a tiempo.
Maldito Bastardo
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