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Estados Unidos Estados Unidos · Raccoon City
Voto de Maldito Bastardo:
1
6.0
376
Documental Documental sobre la vida de la famosa cantante Katy Perry, dentro y fuera del escenario. (FILMAFFINITY)
5 de octubre de 2012
13 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los primeros votos de Filmaffinty situaban este documental sobre la cantante de Santa Bárbara como la mejor película del año… Debo volver a ser el bastardo que ofrezca un contrapunto… pero sobre todo para recordar que en Imdb no llega al aprobado. Y eso que allí las notas suelen estar dos puntos por encima que aquí. ¿Seré un marginado social? Parece que si eres discriminado por la sociedad te tiene que gustar ‘Fireworks’ y sacar pecho para tener tu momento de fuegos artificiales a lo “Mazinger Z”… Personalmente, y aparte de disfrutar de algunos singles y de la ‘pechonalidad’ de la Perry, no sé lo que quiere ser esta chica: ¿Un hada? ¿Una heroína de dibujos animados hecha de carne y hueso con un pelucón hortera y vestuario que no pondría ni Agatha Ruíz de la Prada? Katy se repasa la axila y el refajo, se embute en trajes con molinillos hechos pezón, con pelucas de prostíbulo en plena semana manga y levanta el micro para ascender de los infiernos…

Entre el histerismo y el hervor en plena cocción, el documental nos revela que la ‘perry’ de la Perry vive atrapada en el episodio más gay de “Glee” y el delirio pop de “Charlie y la fábrica de chocolate”. Ser diva del pop es muy sufrido: Katy descubre que si estás embarazada ¡el bebé se mueve…! Nos recuerdan constantemente que es una chica normal que se convirtió en una estrella del pop y su conflicto en este imprescindible documento (para las torturas en Guantánamo) es saber si… ¿sobrevivirá a una gira tan larga? Y el nuestro es… ¿sobreviremos a una película que parecía tan ‘corta’ en todos los sentidos? Lo interesante es el backstage: el estilista vive gracias a ella, el maquillador vive gracias a ella, la asistente personal vive gracias a ella… y todos viven con ella, claro. Luego el documental se transforma en un cruce de “Jesus Camp: soldado de Dios” y “Hannah Montana” y nos revelan que fue torturada de pequeña viendo “Sister Act 2: de vuelta al convento” sin poder disfrutar de la primera.

Los días van pasando, la gira continúa… y llegamos al lado musical: Katy está muy implicada en el show subiendo y bajando nubes del escenario mientras que la gente se mea… cuando le dicen que va a subir al mismo. El cansancio producido por una gira-embarazo y la crisis personal y pasional van haciendo mella. ¿Sentimos el dolor de la diva o la peor interpretación vista en una pantalla? “Katy Perry: Part of Me”, aparte de ser un chorreo de MEMEs y producir que tus intestinos salgan por tus narices por los continuados ataques de risa, demuestra la ironía del mainstream: el mejor momento musical del documental de Katy Perry es cuando se escucha ‘Midnight City’ de M83.

Spoiler: al final del documental chanante hay una eyaculación masiva de la Perry en un claro homenaje a “Los sexoadictos”. Actitud y show que aprueba su abuela a la que regaló la chaqueta oficial de la gira hecha de satín e ideal para ir a hacer la compra al Mercadona… de la calle Montera, claro.
Maldito Bastardo
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