Las palabras del anciano.

Hay mucha gente que se aburre escuchando a los viejos. En ocasiones, se trata de la misma gente que quizás con unos años más encuentre interesante lo que éstos tienen que decir. Para la Comunidad cinéfila, Griffith es el gran anciano de la tribu, de edad indefinida. ¿Son sabias o son necias sus palabras? No hay una respuesta definitiva.

“Intolerancia” me parece una gran obra realizada por un genio y también una exhibición de mal gusto de alguien que carece de la cultura y sensatez suficientes para enfrentarse al ambicioso reto que él mismo se propone. Los detalles me molestan y dificultan que aprecie el conjunto (el leitmotiv de la cuna moviéndose, los intertítulos demasiado obvios, los sobrenombres ridículos con que Griffith castiga a los personajes) aunque tengo muy claro que lo realmente importante de esta película es el conjunto. La teatralidad de las interpretaciones, a veces rozando la pantomima, es otro problema.

Lo más positivo es que me dejo llevar felizmente por la fuerza torrencial de la combinación de imágenes en los momentos realmente importantes, sobre todo en el episodio moderno. Ahí el anciano conserva toda la potencia de su voz, lo único que pasa es que es una voz de anciano.