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España España · Donostia
Voto de Jmpg2012:
8
Drama Nueva York, 1961. Llewyn Davis (Oscar Isaac) es un joven cantante de folk que vive de mala manera en el Greenwich Village. Durante un gélido invierno, con su guitarra a cuestas, sin casa fija y sin apenas dinero lucha por ganarse la vida como músico. Sobrevive cantando en pequeños garitos, pero, sobre todo, gracias a la ayuda de algunos amigos que le prestan su sofá para pasar las frías noches. De repente, decide viajar a Chicago para ... [+]
2 de enero de 2014
36 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
Parece que la película surgió del chispazo creativo de uno de los hermanos. "¿Por qué no hacemos una película que empieza con una paliza a Dave Van Ronk en el callejón de un garito?". Dicho y hecho, así empezó la génesis creativa del primer fin que veo este año. Dave van Rock fue un músico folk que pateó todas las calles de Nueva York inasequible al desaliento. Justo antes de la llegada de Dylan, que revolucionó el género y lo llevó a su esplendor. Dave van Rock es el trasunto loser de Dylan, el que preparó el caldo, pero Dylan puso la guinda, los fans y el éxito millonario. Obviamente al tratarse de una película de los hermanos Coen asistimos por enésima vez a la epopeya lírica y humorística del descenso a los abismos de un personaje, un perdedor, claro, que carece de familia, solidas relaciones o éxito profesional. Este es el personaje que, cuando los Coen son creadores de sus propios guiones, nos cuentan una y otra vez. Ellos mismos reconocen que cuando adaptan novelas, suelen ser fieles a ellas. Por eso las han elegido. De ahí surgen películas como Muerte entre las flores, No es país para viejos o Valor de ley, que parten de un género, pero lo subvierten con la mirada Coen. En cambio, cuando ellos son los autores absolutos vuelven a cantarnos la balada de un perdedor. A mi estas historias -Un tipo serio, El gran Levobsky, El hombre que nunca estuvo allí- me producen un efecto vitalizante. Mi vida es infinitamente mejor que la de esos personajes.

No obstante, hay en A propósito de Llewyn Davis mucha lírica. Los hermanos reconocen que no hay que verla como un biopic de Dave von Ronk, porque Oscar Isaac, el protagonista absoluto, que está en cada plano de la película, la ha hecho suya y se ha mimetizado con el personaje. En principio buscaban un músico que supiese actuar, pero dado que la película dependía tanto de la capacidad actoral del protagonista, decidieron invertir la premisa. Buscaron a un actor que supiera cantar. Y ahí destacó Oscar de manera clara. De hecho, algunos han calificado la película como musical folk. Aunque otros prefieren definirla como road movie circular. Porque la película acaba y empieza en un bucle. Como si el protagonismo estuviera condenado a eternizar su legado a base de bolos y noches en sofás ajenos.
Jmpg2012
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