Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Iñigo Montoya:
5
Drama Continuación de la historia de los Corleone por medio de dos historias paralelas: la elección de Michael como jefe de los negocios familiares y los orígenes del patriarca, Don Vito Corleone, primero en su Sicilia natal y posteriormente en Estados Unidos, donde, empezando desde abajo, llegó a ser un poderosísimo jefe de la mafia de Nueva York. (FILMAFFINITY)
6 de noviembre de 2010
34 de 74 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jugada maestra la que se marcó el amigo Coppola con la trilogía de El padrino. Vendida, ya desde su germinación, como gran acontecimiento cinematográfico (Dicen que hasta Marlon Brando tuvo que hacer un casting o prueba de cámara para conseguir el papel, algo indigno para un actor de su fama), como punto de inicio y carta blanca para la nueva generación de autores norteamericanos (Spielberg, Scorsese, Lucas, el propio Coppola), gran apuesta de la Paramount, que no escatimó medios para conseguir un reparto y un equipo técnico de campanillas, la concepción, puesta en escena y forma narrativa de esta saga me parece aburrida y sobrevalorada. Amparándose en supuestos ecos Shakesperianos y de tragedia griega (coartada perfecta para darle pretensiones de arte y solemnidad), la saga es tediosa a más no poder, con estructura de serie televisiva y más larga que un día sin pan.

Dicho esto, El padrino II es bastante mejor que la primera, el guión es mas colorido y matizado en personajes y situaciones, y las actuaciones, especialmente Robert De Niro, son de gran nivel, quitando los primeros planos de ese inexpresivo tronco de madera llamado Al Pacino (aunque, la verdad sea dicha, sus aptitudes como actor mejoraron con el tiempo y la experiencia). La fotografía de Gordon Willis es impresionante, y la música, otra jugada maestra se marco el amigo Coppola con la banda sonora, regalándole el Oscar a su padre, Carmine Coppola, al imponerlo en la película como colaborador de Nino Rota (la aportación de Carmine fue simbólica). Años después, el pájaro de Coppola nos metería a todos otro gol por toda la escuadra al enchufar en la industria a uno de los mas bochornosos actores que recuerdo, su sobrino Nicolas Cage (De la musa de la inapetencia y la postmodernidad Sofía Coppola ya hablaré otro día).

Esta saga, si se me permite el ejemplo, me recuerda a un capítulo de Los Simpson. Se juega un partido de fútbol y todo Springfield esta en el campo. Al principio todos animan y aplauden emocionados, pero al poco tiempo la alegría pasa al aburrimiento, y directamente se van del campo, dejando claro que a los estadounidenses, el soccer les puede parecer tan entretenido como una carrera de caracoles. ¿Como le explicas a los inventores del gran espectáculo, que un deporte que muchas veces termina 0-0, puede ser más divertido que un partido de la NBA que termina 112 a 115? Por supuesto, aquí es lo que hemos mamado desde pequeños y el futbol puede parecernos el deporte mas emocionante del mundo. Con la saga de El Padrino pasa un poco lo mismo. Estamos tan predispuestos, tan condicionados, y tan convencidos de ver "LA-MEJOR-PELICULA-DE-TODOS-LOS-TIEMPOS-POR-QUE-LO-DICE-TODO-EL-MUNDO-" que nos autosugestionamos, hasta convencernos de que estamos viendo el no va más del arte cinematográfico, aunque yo a la única certeza que llego, es que viendo El Padrino, te aburres como una ostra.
Iñigo Montoya
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow