Los 3 chicos más marginados del colegio son invitados a una fiesta y les encargan comprar el alcohol. Harán todo lo posible por conseguirlo y llegar a la fiesta donde les esperan las chicas que les gustan. No está mal, pero se hace muy larga la trama desde que consiguen la bebida hasta el verdadero objetivo que persiguen.
Esperaba una película más fiestera y me he quedado con ganas de ver algo más.
El humor está asegurado con Johan Hill y Christopher Mintz-Plasse, aunque aún podría ser más graciosa.