Al principio, Gräns sugiere y nos deja a nosotros hacer volar la imaginación; pero cuando llega la hora, no tiene miedo a mostrar. Y es que la película es de aquellas que no dejan indiferente a nadie.
Durante el visionado vagamos por una curiosa historia (la sola idea de que alguien pueda oler los sentimientos es un gran punto de partida), narrada con hermosos planos de una naturaleza apagada pero bella, y que no dejan un sólo momento de prestar atención a los personajes principales; y es que es con ellos con los que obtenemos una mezcla homogénea de surrealismo fantástico y drama moral, que nos hará reflexionar sobre la condición y acciones de los peculiares protagonistas, de una manera pocas veces vista en la gran pantalla.

Respecto a la banda sonora, acentúa ciertos momentos del filme de forma muy acertada y estremecedora.

7