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Voto de Gould:
6
Voto de Gould:
6
5.8
746
25 de febrero de 2018
25 de febrero de 2018
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con guion del muy ocasionalmente aseado director Peter Hyams, Don Siegel nos entrega una de sus últimas películas como director, una potable entrega de espías con elementos de ciencia ficción, inspirada en la serie B de los años 50, sobre unos agentes soviéticos infiltrados en EEUU a los que se manipula telefónicamente para cometer atentados mediante hipnosis inducida por las drogas -tanto da, en todo caso, la explicación seudocientífica-.
Pese a ser una intriga modesta y poco verosímil, resulta mucho mejor de lo que se podría pensar en un principio–pensemos que el protagonista es el señor Bronson y que cuenta con la estentórea y molesta música Lalo Schiffrin, verdadera peste de los años 70-, pero está razonablemente bien ambientada y los primeros 40 minutos son modélicos, con un Siegel en plena forma, si bien es cierto que luego comienza a renquear la cosa y termina por ser un manido retrato mil veces contado de perseguidor y perseguido.
La hierática expresividad de Charles Bronson combina inesperadamente bien con el simpático desparpajo y desenvoltura de Lee Remick y, pese a todo, Siegel acaba por conseguir un producto tal vez muy menor, pero desprejuiciadamente disfrutable.
Pese a ser una intriga modesta y poco verosímil, resulta mucho mejor de lo que se podría pensar en un principio–pensemos que el protagonista es el señor Bronson y que cuenta con la estentórea y molesta música Lalo Schiffrin, verdadera peste de los años 70-, pero está razonablemente bien ambientada y los primeros 40 minutos son modélicos, con un Siegel en plena forma, si bien es cierto que luego comienza a renquear la cosa y termina por ser un manido retrato mil veces contado de perseguidor y perseguido.
La hierática expresividad de Charles Bronson combina inesperadamente bien con el simpático desparpajo y desenvoltura de Lee Remick y, pese a todo, Siegel acaba por conseguir un producto tal vez muy menor, pero desprejuiciadamente disfrutable.