Kaplisch, el director de Paris, establece un planteamiento conocido últimamente sobre las películas con nombre de ciudad que hace al rol establecido la previsibilidad de todas ellas. A parte de esto la película adolece de un metraje excesivo que actua de desconexión durante un periodo de la película que no es aprovechada ni siquiera con panorámicas del parís gris de ese París de siempre que conocemos y que plasma un buen argumento y unas mejores interpretaciones de Binoche, Duris y Luchini con una Julie Ferrier en un papel corto pero admirable en contra de una Melanie Laurent lejana y fría a la cámara. En general y a parte del largo metraje la pelicula merece la pena visionarla y no solo para los amantes de ese París de todos los días.