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España España · The Twilight Zone
Voto de Jackie Daytona:
9
Drama. Romance Año 1849, en Nueva York. Catherine Sloper, una rica heredera, tímida, inocente, poco agraciada y no muy joven, es pretendida por un apuesto joven. Ella se enamora de él apasionadamente, pero su cruel y despótico padre se opone a la boda y amenaza con desheredarla. Adaptación de la novela de Henry James "Washington Square". (FILMAFFINITY)
29 de julio de 2020
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nueva York, 1849. Una mujer inocente y tímida, rica heredera, que se enamora perdidamente de un joven apuesto, encontrará la oposición de su padre, quien considera a su pretendiente un oportunista.

La 2 emitió anoche este clásico con motivo del reciente fallecimiento de Olivia de Havilland, a la edad de 104 años. Havilland se hizo aquí con un papel que muy probablemente habría ido a caer a las manos de Bette Davis si ésta no hubiese jurado no volver a trabajar con William Wyler tras el tormentoso rodaje de "La loba". El director, maestro de la profundidad de campo, infravalorado siempre, mostró una vez más su maestría para escarbar en las miserias de una sociedad cruel, extraer interpretaciones excelentes, sacar todo el partido al espacio, plantear la psicología de los personajes con un par de apuntes, analizar con precisión de cirujano las relaciones entre ellos, centrar su mirada en los detalles esenciales que marcan el devenir de una narración que funciona como un engranaje perfecto.

"La heredera" es un drama potente donde tres individuos verán afectados sus destinos a causa del dinero de una herencia, que actúa a la vez como maldición, objeto de deseo y motivo de profundo dolor. Observamos un mundo dominado por la hipocresía y los falsos valores, rendido al culto del dólar, que apenas deja resquicios de felicidad a las personas buenas, en el que hombres con el don de la respetabilidad pueden comportarse como auténticos canallas.

Olivia de Havilland se maneja con brillantez entre dos gigantes de la interpretación como Montgomery Clift y Ralph Richardson; sus grandes ojos reflejan un candor especial, una fragilidad intensa, una bondad genuina. Lo hace tan bien que hasta nos convence de que es fea..., y sinceramente no pienso que llegue a sobreactuar, su personaje es así. Los últimos minutos de la película resultan los más memorables, y donde Havilland demuestra su absoluta grandeza, la razón por la que no será olvidada. Se trata de uno de esos finales extraordinarios que de cuando en cuando nos regala el cine.
Jackie Daytona
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