Al margen de la excelencia de la narrativa y la brillante dirección de actores, es evidente que esta cinta no trata sobre un supuesto contacto extraterrestre, sino del contacto con la propia esencia del ser humano, con la de cada uno, con la de la propia científica que encarna Jodie Foster. Los mismos guionistas se encargan de sembrar la duda de si acaso finalmente no fue todo un montaje del excéntrico multimillonario Haden. Y es que ¿es realmente importante que hubiese un contacto con una civilización de otra galaxia para hacer este relato grandioso y universal? La realidad es que no podemos descartar nada, y lo cierto es que es infinitamente más inquietante e impactante la posibilidad de que estemos solos en este vasto universo, aunque 'sobre mucho espacio'...., a que se produzca un contacto con seres inteligentes procedentes de otros mundos. Por ello, porque lo verdaderamente científico es no descartar ninguna posibilidad, me quedo con el que considero el verdadero mensaje de la película en boca de Foster, que dicho sea de paso, siempre funciona, y que consiste en que es realmente pretencioso pensar que somos insignificantes cuando nos encontramos en un (multi)verso conocido con más de 100.000 millones de galaxias, y por ello precisamente, no nos queda otro remedio que reconocer nuestra grandiosidad, q formamos parte de algo mucho mas grande que llevamos en nuestros corazones, que somos uno con el todo, sea lo que sea que es...En definitiva, una obra maestra ésta que lleva al espectador por un viaje alucinante a través de su alma pasando por los más lejanos horizontes de su imaginación, con magnanimidad y sencillez, como la propia esencia del ser humano...