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7

Voto de MOHAMED SIAD BARRE:
7
6.6
56,996
Terror
Varios jóvenes de una pequeña localidad tienen habitualmente pesadillas en las que son perseguidos por un hombre deformado por el fuego y que usa un guante terminado en afiladas cuchillas. Algunos de ellos comienzan a ser asesinados mientras duermen por este ser que resulta ser Freddy Krueger, un hombre con un pasado abominable. (FILMAFFINITY)
29 de diciembre de 2014
29 de diciembre de 2014
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ciertamente, accedí a visionar el célebre filme impulsado más por la popularidad del personaje principal, Freddie Kruger, que por una volición individualista.
En relación al mismo, he de agregar lo siguiente:
En absoluto se trata de una obra maestra del cinematógrafo. Quien espere encontrar en "Pesadilla en Elm Street" un coetáneo de "Casablanca" o "Memorias de África", está muy equivocado. Muchos espectadores, que conciben a Kruger como un icono paradigmático del cine de terror (lo es, en parte), albergan unas expectativas equivocadas, pues consideran indiscutible que la película resultará una pieza de culto. No lo es.
La producción se adecua con brillantez al propósito con que se planteó: el entretenimiento, el ocio. Ciñéndonos a esa finalidad, "Pesadilla en Elm Street" contiene todos los ingredientes requeridos: altas dosis de suspense, diálogos fluidos, personajes carismáticos y sobresaltos escenográficos, aderezados con una frugal hilaridad que flota en el ambiente desde el inicio hasta el fin. La breve duración, además, transmite una expectación con la que el director hila las secuelas que la suceden.
Por el contrario, cabe criticar la carencia de originalidad en muchos de los pasajes, donde se conservan clichés vetustos y tópicos asociados al cine de terror que hoy resultan pedantes. En el plano técnico, los efectos especiales son extraordinariamente simples lo que, no obstante, se contrarresta con el año en que se estrenó,1984, donde la sofisticación óptica no se encontraba tan desarrollada como en la actualidad.
A modo de cierre: "Pesadilla en Elm Street" alcanza el notable si es valorada dentro de su intencionalidad original, ponderando los obstáculos existentes en la época y es observada bajo el prisma del género en que se enmarca.
Mohamed Siad-Barre.
Mogadiscio, Benadir, Somalia.
En relación al mismo, he de agregar lo siguiente:
En absoluto se trata de una obra maestra del cinematógrafo. Quien espere encontrar en "Pesadilla en Elm Street" un coetáneo de "Casablanca" o "Memorias de África", está muy equivocado. Muchos espectadores, que conciben a Kruger como un icono paradigmático del cine de terror (lo es, en parte), albergan unas expectativas equivocadas, pues consideran indiscutible que la película resultará una pieza de culto. No lo es.
La producción se adecua con brillantez al propósito con que se planteó: el entretenimiento, el ocio. Ciñéndonos a esa finalidad, "Pesadilla en Elm Street" contiene todos los ingredientes requeridos: altas dosis de suspense, diálogos fluidos, personajes carismáticos y sobresaltos escenográficos, aderezados con una frugal hilaridad que flota en el ambiente desde el inicio hasta el fin. La breve duración, además, transmite una expectación con la que el director hila las secuelas que la suceden.
Por el contrario, cabe criticar la carencia de originalidad en muchos de los pasajes, donde se conservan clichés vetustos y tópicos asociados al cine de terror que hoy resultan pedantes. En el plano técnico, los efectos especiales son extraordinariamente simples lo que, no obstante, se contrarresta con el año en que se estrenó,1984, donde la sofisticación óptica no se encontraba tan desarrollada como en la actualidad.
A modo de cierre: "Pesadilla en Elm Street" alcanza el notable si es valorada dentro de su intencionalidad original, ponderando los obstáculos existentes en la época y es observada bajo el prisma del género en que se enmarca.
Mohamed Siad-Barre.
Mogadiscio, Benadir, Somalia.