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Voto de MichaelKnight:
6
Voto de MichaelKnight:
6
6.0
5,450
Romance. Comedia
Rosie (Lily Collins) y Alex (Sam Claflin) son los mejores amigos del mundo y viven en Dublín. Desde su infancia, habían confiado el uno en el otro y se habían contado sus secretos y confidencias. En su época del instituto, los dos hicieron planes para ir juntos a la universidad, pero Rosie, en una noche de pasión junto a uno de los chicos más populares del instituto, se queda embarazada. Y justo cuando se lo va a contar a Alex, éste le ... [+]
8 de febrero de 2015
8 de febrero de 2015
9 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
El amor es la cuestión más veces llevada al cine. Sus apariciones son interminables; los resultados, desiguales.
El amor puede darse entre familias, razas, especies y animales. Entre gente conocida, y personajes recién descubiertos. Con caracteres cercanos, y voluntades contrarias. De forma agitada, o con serena firmeza. En blanco y en negro, en proximidad y alejamiento; y puede surgir, por supuesto, entre amigos.
Rosie es una muchacha que llega al mundo a amar, a esperar ser querida, a no estar sola. Toda su actividad se dirige hacia allí. A abandonar la inquietud que le produce el aislamiento. A unirse, para siempre, con quien más quiere. Pero aquel no es otro que su mejor amigo, Alex, quien, maravillosamente, siente lo mismo por ella, pero ninguno se atreve a decirlo.
La película se convierte en enseñanza sobre la lucha del verdadero amor. Acerca de cómo debe ser perseguido, apremiado, encontrado, y protegido. A ello dedican sus fuerzas los dos protagonistas. Sólo que no son tan valientes para contar lo que hacen. Sólo lo sienten. Y esto les hiere profundamente.
A lo largo de su metraje, "Love, Rosie" revela que no importan las dificultades, si el sentimiento es sincero. Nada puede parar el brío entrañable, el afecto cariñoso que lleva a sus protagonistas a encontrarse, a separarse, y a hallarse de nuevo.
Lily Collins muestra, una vez más, sus defectos como actriz. Su bello aspecto, y la fama que le aporta su conocido progenitor, no son elemento suficiente para elevar la condición interpretativa de un papel que requiere sentimiento, pero que rara vez es transmitido con credibilidad. Sus limitaciones son notables en el aspecto dramático, donde su registro es siempre modesto y escaso.
Su acompañante tampoco ofrece una lectura solemne: estando a cargo de Collins el cometido principal, ni Claffin, ni ninguno de los personajes que son presentados, interesan al espectador más allá de que son poseedores de una réplica obligada. La película está hecha en torno a Lily Collins, y, el resto, poco importa.
"Love, Rosie" es disfrutable, si se la mira con cierta simpatía; si se es generoso con ella, y poco exigente con lo presentado. Y, sobre todo, si el contenido a comunicar es recordado tras su contemplación. El amor es irreemplazable: hay que pelear por él.
El amor puede darse entre familias, razas, especies y animales. Entre gente conocida, y personajes recién descubiertos. Con caracteres cercanos, y voluntades contrarias. De forma agitada, o con serena firmeza. En blanco y en negro, en proximidad y alejamiento; y puede surgir, por supuesto, entre amigos.
Rosie es una muchacha que llega al mundo a amar, a esperar ser querida, a no estar sola. Toda su actividad se dirige hacia allí. A abandonar la inquietud que le produce el aislamiento. A unirse, para siempre, con quien más quiere. Pero aquel no es otro que su mejor amigo, Alex, quien, maravillosamente, siente lo mismo por ella, pero ninguno se atreve a decirlo.
La película se convierte en enseñanza sobre la lucha del verdadero amor. Acerca de cómo debe ser perseguido, apremiado, encontrado, y protegido. A ello dedican sus fuerzas los dos protagonistas. Sólo que no son tan valientes para contar lo que hacen. Sólo lo sienten. Y esto les hiere profundamente.
A lo largo de su metraje, "Love, Rosie" revela que no importan las dificultades, si el sentimiento es sincero. Nada puede parar el brío entrañable, el afecto cariñoso que lleva a sus protagonistas a encontrarse, a separarse, y a hallarse de nuevo.
Lily Collins muestra, una vez más, sus defectos como actriz. Su bello aspecto, y la fama que le aporta su conocido progenitor, no son elemento suficiente para elevar la condición interpretativa de un papel que requiere sentimiento, pero que rara vez es transmitido con credibilidad. Sus limitaciones son notables en el aspecto dramático, donde su registro es siempre modesto y escaso.
Su acompañante tampoco ofrece una lectura solemne: estando a cargo de Collins el cometido principal, ni Claffin, ni ninguno de los personajes que son presentados, interesan al espectador más allá de que son poseedores de una réplica obligada. La película está hecha en torno a Lily Collins, y, el resto, poco importa.
"Love, Rosie" es disfrutable, si se la mira con cierta simpatía; si se es generoso con ella, y poco exigente con lo presentado. Y, sobre todo, si el contenido a comunicar es recordado tras su contemplación. El amor es irreemplazable: hay que pelear por él.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En los primeros compases de la película, algunos de los protagonistas bailan "Aserejé".