Pues sí, parece que hace un ris mortal. Ésta es mi colaboración particular a las magníficas frases lapidarias que contiene el fílmico film. Una película debe ser algo más que unas cuantas frasecillas bien escogidas y cuatro dichos populares rusos de los que nos informa hasta la saciedad el bueno de Ben Kingsley. Una película medianamente decente no debería volver a sobar una y otra vez las mismas viejas trampas peladas ya en nuestra memoria, tras haber sido vistas miles de veces. Es imposible que sorprendan a un espectador que sepa juntar una mano con la otra para aplaudir. El perfil de los personajes es más de lo mismo. Pareja americanita con tío de esos optimistas de gran corazón (imbécil donde los haya) y tía insatisfecha de pasado oscuro (oh que extraño e innovador, no me suena nada este tipo de personaje...).
¿Y qué cabe esperar? lo de siempre. Rusos malos y borrachos, Eduardo Noriega haciendo un papel de maloso muy corto (no de tiempo sino de cerebro) que no creo que guarde como interpretación seleccionada y memorable y finalmente, como resultado, otro thriller convencional que ni recuerda a Hitchcock ni "rabo de gaitas" (que diríamos en mi terruño lejano de la vieja siberia pero en el que seguro que llueve más).

Que no os engañen. Otra de tantas.