Buah... la poca fe que tenía hacia Nicholas Sparks, se han ido al garete con esta película. Ya he visto varias basadas en novelas de este hombre, y pensaba que la parte "mágica" que en algunas desprendía, iba a tomar fuerza en algún momento u otro. Pero sólo el diálogo de que el destino está marcado y que la muerte de su hermano fue para salvar su propia relación, se quedó en agua de borrajas... Si hubieran hincado más el diente ahí, hubiera estado mejor.

Pero esta película (no sé la novela) está llena de clichés, de escenas ya vistas antes, de poquísimas sorpresas y encima, de una relación hombre-mujer, donde él es el protector y ella la que necesita protección masculina.

La mayoría de los puntos se lo doy gracias a Zac Efron, que aunque tuvo que engordar más de 8 kilos en musculatura, no enseña casi nada, pero su carita ya vale la pena.