Añadir a mi grupo de amigos/usuarios favoritos
Puedes añadirle por nombre de usuario o por email (si él/ella ha accedido a ser encontrado por correo)
También puedes añadir usuarios favoritos desde su perfil o desde sus críticas
Nombre de grupo
Crear nuevo grupo
Crear nuevo grupo
Modificar información del grupo
Aviso
Aviso
Aviso
Aviso
El siguiente(s) usuario(s):
Group actions
You must be a loged user to know your affinity with Kikivall
- Recomendaciones
- Estadísticas
- Sus votaciones a categorías
- Críticas favoritas elegidas por Kikivall
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Kikivall:
7
Voto de Kikivall:
7
5.3
35
Comedia
Ann Stanley es una mujer madura que se siente atraída por el joven Peter Latham a quien dobla en edad. Decididos a disfrutar un tiempo juntos, inician un romance mientras veranean en Grecia. Cuando Ann vuelve a su hogar de Nueva York piensa que no volverá a ver al joven y que solo fue una aventura. La mujer queda atónita cuando Peter llega de visita decidido a continuar con el romance. Aunque su hermana, su hija y su ex marido apoyan la ... [+]
10 de enero de 2023
10 de enero de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Era muy joven. Liv Ullmann era para mí una actriz icono, sobre todo de las pelis de Ingmar Bergman. Y cuando vi el anuncio de la película con Ullmann encabezando cartelera (también por cierto G. Kelly), me metí de cabeza en la sala.
Una mujer madura enamorada de un joven a quien dobla en edad. Con un romance en Grecia. Pero es que luego, cuando la señora vuelve a Nueva York, se lo vuelve a encontrar. Yo, claro, me identifiqué con el muchacho.
Cuando ella le dice que tiene cuarenta años, él le dice que cada año es un quilate y que ella es un diamante de 40 quilates: ¡vaya ocurrencia feliz! Ya me habría gustado a mí estar en los brazos de Liv y decirle lo de los quilates.
En fin, la peli es de medianía, pero para mí fue lo más. Milton Katselas, un director mediocre y poco prolífico, me dio el gustazo de mi adolescencia –poco más- con este peli que me encantó.
Una mujer madura enamorada de un joven a quien dobla en edad. Con un romance en Grecia. Pero es que luego, cuando la señora vuelve a Nueva York, se lo vuelve a encontrar. Yo, claro, me identifiqué con el muchacho.
Cuando ella le dice que tiene cuarenta años, él le dice que cada año es un quilate y que ella es un diamante de 40 quilates: ¡vaya ocurrencia feliz! Ya me habría gustado a mí estar en los brazos de Liv y decirle lo de los quilates.
En fin, la peli es de medianía, pero para mí fue lo más. Milton Katselas, un director mediocre y poco prolífico, me dio el gustazo de mi adolescencia –poco más- con este peli que me encantó.