Lo mejor que tiene la película es el marketing que llevaron a cabo haciendo creer durante meses al público que era un documental real y todo lo que veían había ocurrido. Cierto es que no has visto una película igual y que una vez empezada lo más seguro es que si no te pones enfermo (literalmente) no quieras dejarla sin acabar, pero no porque sea buena si no porque es diferente.
Me pareció que las muertes de los animales estaban aún más conseguidas que las de los seres humanos. Luego me enteré de que todas eran reales (las de los animales).

Siendo una película mediocre en el contenido aunque con grandes ínfulas, no aporta ningún nuevo conocimiento acerca del ser humano (como pretende) y el camino no merece la pena en absoluto. Simplemente son 98 minutos asquerosos sobre lo sádico que puede ser un imbécil suelto por el mundo. Si quieren ver un "descenso al infierno" del ser humano les recomiendo "Black Death", si quieren un lavado de estómago, ésta es su película