El INCREIBLE talento de Clint Eastwood salva esta cinta de caer en el olvido y la llena de ARTE (así, con mayúsculas).
Eastwood dota a su película de un ritmo excelente, de una belleza sutil y envolvente, de muy buenos intérpretes, de una minuciosa y efectiva ambientación... y , plano a plano, consigue colocar la cámara en el sitio exacto donde debe estar, que nada distraiga, para así mantener al espectador interesado y en ocasiones emocionado.

El minucioso oficio del maestro Eastwood no puede disimular que estamos ante el peor guión que ha osado dirigir. No voy a poner yo en duda que se trate de un hecho real, lo que me parece INCREÍBLE es que los hechos que aquí se narran sucedieran de verdad así.
El caso es que tampoco se puede acusar al guión de estar mal escrito... pero de verdad, exceptuando el personaje de Malkovich, el resto me parece INCREIBLE.
Porque se pueden decir muchas cosas malas de una persona... se puede ser mala persona, se puede ser un cabrón, un egoísta, un interesado, un cínico, un déspota.... cualquier personaje de estas características resultaría creíble, pero lo que nos plantea esta historia es una panda de malvados, cuya única pulsión es hacer el mal... y eso sólo resulta creíble en una peli de la Marvel.

En mi opinión, además, a esta historia le sobra la parte final. Eastwood podría habernos ahorrado unos veinte minutos que intentan explicar pero sólo consiguen enredar y aumentar la dimensión de camelo que destila esta película.