Haz click aquí para copiar la URL
España España · Zaragoza
Voto de Flashboy:
8
Drama Jefferson Smith (James Stewart), un joven ingenuo e idealista, que parece fácilmente manipulable, es nombrado senador. Ignora que en Washington tendrá que vérselas con políticos y empresarios sin escrúpulos que le harán perder la fe. Sin embargo, gracias a su secretaria, una joven que conoce muy bien los entresijos de la política, protagoniza en el Senado una espectacular y maratoniana intervención en la que, además de defender ... [+]
14 de septiembre de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Caballero sin espada” fue el título -tan poético como arbitrario, como ha sido costumbre aquí desde que se inventó el cine- que tuvo en España “Mr. Smith goes to Washington”, película de Frank Capra fechada en 1939 que se zambulle en las procelosas aguas de la política, parcela de la vida donde parece ser que encontrar a alguien honrado es más difícil que toparse con un ornitorrinco en el desierto de los Monegros.

Protagonizada por el bueno por antonomasia de Hollywood, ese yerno perfecto llamado James Stewart, la película se puede contextualizar resumidamente como un clásico David contra Goliat, o también de cómo un almacándida ve su inocencia interrumpida abruptamente y se transforma en adalid de las causas perdidas. “Intenta ver la vida que te rodea como si acabaras de salir de un túnel” es la frase buenista que autodefine a este don Quijote Smith, como le bautiza Saunders -la protagonista femenina espléndidamente interpretada por Jean Arthur-, quien, delante de su amigo periodista Diz Moore, afirma con lucidez: “Me pregunto si ese don Quijote no nos supera a todos. Si no es una maldición vivir siendo listos como tú y yo”.

Corrupción sistémica, libertad de prensa, limpieza en la democracia, integridad personal, ética política, voracidad empresarial, agujeros del sistema legal… muchos de estos conceptos aquí presentes los deglutiríamos más bien con escepticismo en cualquier película moderna, pero esto es el maravilloso universo Frank Capra, un lugar donde todo es posible y los hombres y mujeres de buena voluntad tienen muchas opciones de salir triunfantes, aunque sea de rebote o de forma un tanto peregrina.

Este caballero no tiene espada, ni la honda de David; sus armas sin filo son el idealismo, la nobleza y la integridad y con ellas va hasta el final sin miedo -por ignorancia o por valentía, da igual- a que la oscura selva humana le engulla y destruya. Armas que son referencias casi utópicas en este mundo pero a las que siempre merece la pena volver a encomendarse, más si es a través de una película brillante alumbrada en el terrible año de comienzo de la segunda guerra mundial.

No ganó en los Oscar a “Lo que el viento se llevó”, pero tampoco nos hace falta para colocar a Jefferson Smith en el altar de los personajes más entrañables y emblemáticos del cine de ayer, hoy y siempre.
Flashboy
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow