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Voto de Ghibliano:
6
8.3
94,015
Drama. Comedia
'Cinema Paradiso' es una historia de amor por el cine. Narra la historia de Salvatore, un niño de un pueblecito italiano en el que el único pasatiempo es ir al cine. Subyugado por las imágenes en movimiento, el chico cree ciegamente que el cine es magia; pero, un día, Alfredo, el operador, accede a enseñarle al pequeño los misterios y secretos que se ocultan detrás de una película. Salvatore va creciendo y llega el momento en el que ... [+]
30 de julio de 2010
79 de 122 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Cinema Paradiso" era una de mis obras pendientes desde hace tiempo. Con un 8,3 en FilmAffinity, críticas que más parecen cantos emocionados de alabanza, y un nada desdeñable 8,9 de media entre mis almas gemelas, me resultaba difícil esperar algo que no fuera una obra maestra.
El caso es que el tema a tratar me parece más fascinante aún si cabe. La narración de una vida, los recuerdos de la infancia y la adolescencia, la nostalgia... todo eso, por si fuera poco, aderezado con una declaración de amor al cine, como vehículo para contar grandes historias, como un prodigio técnico, e incluso como fenómeno social.
Sin embargo, Tornatore ha seleccionado todos esos conceptos tan prometedores, y los ha presentado de una forma que no sólo no me atrae en absoluto sino que me aleja irremediablemente de las emociones que pretende transmitir.
Para empezar, con Totó. Un niño adorable, desde luego... hasta que le da por abrir la boca. No soy de los que ven un crío en pantalla y les asaltan inmediatamente ensoñaciones herodianas, pero el chiquillo éste me ha resultado bastante cargante, en ocasiones repelente y si me pilla de malas hasta hostiable. Un mal comienzo para lo que se supone debe ser la narración de toda una vida dedicada a su gran pasión. El caso es que posteriormente tampoco veo un retrato en exceso bueno, ni en la versión adolescente-juvenil ni en la adulta, pero si ya desde la base no me crea apenas interés es muy difícil que logre transmitirme algo después.
Tal vez lo peor de esa primera etapa de la película es, sin embargo, la ambientación. Me cansa la presencia de secundarios tan "graciosos" como histriónicos (el tipo de la plata es un buen ejemplo, qué aburrimiento de personaje), y todo el conjunto tiene un tono tan forzado, tan de sal gorda y al mismo tiempo tan absurdamente inocentón que llega al ridículo.
Si hubiera que salvar algo, sería sin duda el personaje de Alfredo, que desde el principio me ha parecido más interesante y carismático que el protagonista, y su relación con éste, que da los momentos más logrados de la película.
El caso es que el tema a tratar me parece más fascinante aún si cabe. La narración de una vida, los recuerdos de la infancia y la adolescencia, la nostalgia... todo eso, por si fuera poco, aderezado con una declaración de amor al cine, como vehículo para contar grandes historias, como un prodigio técnico, e incluso como fenómeno social.
Sin embargo, Tornatore ha seleccionado todos esos conceptos tan prometedores, y los ha presentado de una forma que no sólo no me atrae en absoluto sino que me aleja irremediablemente de las emociones que pretende transmitir.
Para empezar, con Totó. Un niño adorable, desde luego... hasta que le da por abrir la boca. No soy de los que ven un crío en pantalla y les asaltan inmediatamente ensoñaciones herodianas, pero el chiquillo éste me ha resultado bastante cargante, en ocasiones repelente y si me pilla de malas hasta hostiable. Un mal comienzo para lo que se supone debe ser la narración de toda una vida dedicada a su gran pasión. El caso es que posteriormente tampoco veo un retrato en exceso bueno, ni en la versión adolescente-juvenil ni en la adulta, pero si ya desde la base no me crea apenas interés es muy difícil que logre transmitirme algo después.
Tal vez lo peor de esa primera etapa de la película es, sin embargo, la ambientación. Me cansa la presencia de secundarios tan "graciosos" como histriónicos (el tipo de la plata es un buen ejemplo, qué aburrimiento de personaje), y todo el conjunto tiene un tono tan forzado, tan de sal gorda y al mismo tiempo tan absurdamente inocentón que llega al ridículo.
Si hubiera que salvar algo, sería sin duda el personaje de Alfredo, que desde el principio me ha parecido más interesante y carismático que el protagonista, y su relación con éste, que da los momentos más logrados de la película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La segunda parte dura bastante menos, apenas cuarenta minutos, y en ella se narra la adolescencia y juventud de Totó, compaginando su pasión por el cine y por su trabajo con las experiencias vitales propias de su edad. El caso es que le falta metraje por todas partes, y no hay una sola idea que se desarrolle como es debido. La historia de amor, por ejemplo, adolece de una falta de profundización en sus personajes y en el por qué de su enamoramiento. Se presenta con una narración plagada de topicazos, llena de momentos sonrojantes (lo de esperar junto a la ventana) y en ningún momento me llego a creer lo que está pasando.
Y no sólo es eso. La ausencia debida al servicio militar, la reconstrucción de los cines, la necesidad de abandonar el pueblo y dar carpetazo a su vida anterior... todo esto se narra de forma torpe, sin ritmo. Si durante la infancia de Totó podía parecer que no había demasiado que contar para gastar una hora enterita del argumento, aquí sin embargo da la impresión de que falta tiempo para desarrollar todas las ideas. La narración da, por tanto, una sensación descompensada que disminuye aún más si cabe su efectividad.
El último cuarto de hora narra la vuelta a casa del protagonista. Es sin duda lo mejor de la película. Al menos el sentimiento de nostalgia está muy bien retratado, a pesar de que la vida de Totó me haya importado un comino hasta entonces. Tiene sus defectos, sin embargo, y entre ellos la sensación incómoda de que, en esa serie de escenas que explotan el impacto de los recuerdos, la respuesta emocional viene más dada por la excelente música y las imágenes (demoledoras) que por lo que transmite el personaje por sí solo. Es decir, es una inducción un poco "artificial".
La escena final, a pesar de todo, es espectacular. Creo que es ahí donde he podido, definitivamente, identificarme con Totó. No sabría cómo explicarlo, porque no tengo nociones cinematográficas suficientes, pero su actuación me ha hecho recordar momentos en los que he vivido sensaciones parecidas, en los que me he visto absorbido por la emoción de una historia y la forma de sonreír, los ojos humedecidos, los gestos y tics me han parecido tan reales y tan cercanos a mi experiencia que me han pillado completamente por sorpresa y desarmado.
Pero no hay más, y ahí se acaba la cinta.
En conclusión, me parece una obra interesante en su concepto, e incluso entretenida hasta cierto punto, pero fallida en su ejecución. No voy a negar que "Cinema Paradiso" tenía una historia preciosa que contar. Sin embargo, la forma en que lo ha hecho le ha quitado gran parte de su magia; ha convertido un emotivo homenaje al cine en todas sus formas en un cuento bobo y mal narrado. No me dice prácticamente nada.
Y no sólo es eso. La ausencia debida al servicio militar, la reconstrucción de los cines, la necesidad de abandonar el pueblo y dar carpetazo a su vida anterior... todo esto se narra de forma torpe, sin ritmo. Si durante la infancia de Totó podía parecer que no había demasiado que contar para gastar una hora enterita del argumento, aquí sin embargo da la impresión de que falta tiempo para desarrollar todas las ideas. La narración da, por tanto, una sensación descompensada que disminuye aún más si cabe su efectividad.
El último cuarto de hora narra la vuelta a casa del protagonista. Es sin duda lo mejor de la película. Al menos el sentimiento de nostalgia está muy bien retratado, a pesar de que la vida de Totó me haya importado un comino hasta entonces. Tiene sus defectos, sin embargo, y entre ellos la sensación incómoda de que, en esa serie de escenas que explotan el impacto de los recuerdos, la respuesta emocional viene más dada por la excelente música y las imágenes (demoledoras) que por lo que transmite el personaje por sí solo. Es decir, es una inducción un poco "artificial".
La escena final, a pesar de todo, es espectacular. Creo que es ahí donde he podido, definitivamente, identificarme con Totó. No sabría cómo explicarlo, porque no tengo nociones cinematográficas suficientes, pero su actuación me ha hecho recordar momentos en los que he vivido sensaciones parecidas, en los que me he visto absorbido por la emoción de una historia y la forma de sonreír, los ojos humedecidos, los gestos y tics me han parecido tan reales y tan cercanos a mi experiencia que me han pillado completamente por sorpresa y desarmado.
Pero no hay más, y ahí se acaba la cinta.
En conclusión, me parece una obra interesante en su concepto, e incluso entretenida hasta cierto punto, pero fallida en su ejecución. No voy a negar que "Cinema Paradiso" tenía una historia preciosa que contar. Sin embargo, la forma en que lo ha hecho le ha quitado gran parte de su magia; ha convertido un emotivo homenaje al cine en todas sus formas en un cuento bobo y mal narrado. No me dice prácticamente nada.