No me atrevía a escribir nada sobre esta película, pues me iba a ganar un montón de votos negativos, pero no podía pasar la oportunidad. De entrada, no me puedo creer la montaña de dieces con que se está valorando esta película. Larga como un día sin pan, difícil de seguir en cuestión de nombres en más de una ocasión, dos historias que no tienen nada que ver la una con la otra, algunos personajes poco creíbles como el mafioso arrepentido (¿no sabía a lo que se enfrentaba, o qué?). Me ha gustado la parte "antigüa", pero en la "moderna" ha juntado demasiadas cosas que no han casado tan bien en el discurso narrativo: Cuba, el proceso ante los senadores, la autodestrucción de la familia, la propia autodestrucción del Padrino... Pacino parece un autista, absorto o inexpresivo salvo en un par de enfados. Demasiado forzado.

Me ha gustado, sí, pero me ha defraudado mucho más de lo esperado. Por eso le he puesto un siete. Puede que mereciera un punto más. Ahora lo que trato de desentrañar es el porqué de tantas matrículas de honor. Me costará.