Sobre el papel, Brett Ratner suena como una elección tan improbable para dirigir una epopeya griega antigua a gran escala que, entrando en su "Hércules". La feliz sorpresa es que el "Hércules" de Ratner es más que una mera mejora en su predecesor. Es una película de aventuras grandiosamente escenificada, sólidamente entretenida y anticuada que hace algo que ninguna otra película hércules ha hecho antes: reduce al mítico hijo de Zeus al tamaño humano (o tan humano como puedas llegar a ser interpretado por Dwayne Johnson). El resultado es una foto mucho más elegante que el frenético tráiler de Paramount — y la decisión de ocultar la película a los críticos hasta la hora 11 — predicho, aunque uno que luchará por encontrar sus piernas de mar en una taquilla de verano abarrotada y de bajo rendimiento. Las perspectivas en el extranjero parecen más soleadas.