Este film, que he tenido el privilegio de ver 2 veces en diez dias, y del que tras una segunda revisión, puedo opinar más a conciencia, me parece una buena pelicula, muy bien rodad, que desprende calidad y esfuerzo bien invertido pero que adolece almenos del impacto que el director ha querido darle. Tanto por sádica brutalidad, por sorpresas, giros inesperados del guión, desenlace, así como por el ambiente claustrofóbicamente terrorifico, que no es lo que pretende. Como le comentaba a un amigo, quien es capaz de bordar una obra maestra como Kill Bill, siempre se le tiene que tener en cuenta. Además, con otros bombazos como Pulp Fiction o Django, y la co-dirección de otra joya como es Sin City, se le puede considerar mas que un referente, todo un mito, pero tampoco sin pasarse, no es el hombre que cague pepitas de oro, y está muy lejos de los Scorseses y Kubricks de turno. La pelicula en si, está muy bien, con un giro argumental tanto de la historia, como de la relación de los personajes, objetivos y verdadero pasado, contexto e intenciones. Paisajes nevados de Wyoming, con cierto suspense inicial, imprevisible violencia desencadenada, pero de terror, almenos para mi nada de nada, muy lejos de esa mezcla que tanto han pregonado de Spaguetti Western a lo Sergio Corbucci entrelazada con La Cosa de Carpenter. Las situaciones y los ambientes del interior, tampoco me han parecido nada terroríficos como lo que pretendían, para nada agobiantemente densos y enfermizos, y muchisimo menos dialogos endiablados entre todos los presentes, con comentarios demagógicamente cortantes (mas bien típicos estereotipos del antirracismo buenista progre, políticamente muy correctos a pesar de su pésimo gusto) a lo Angel Exterminador de Buñuel o El Creyente de Henry Bean. Pequeñas trifulcas con muchos mirones sospechosos. No me das miedo Quentin. Sobre los personajes, bien por Michael Madsen (en su línea), por Kurt Russell (semidesconocido por su rudeza), grande como siempre un muy envejecido Samuel L. Jackson, Tim Roth y un siempre exquisitamente repelente Walton Goggins. Aunque lo que mas me ha sorprendido es los cojones que ha puesto en su personaje una soberbia y maligna Jennifer Jason Leigh. ¿Que mas puedo contar? Pues que me lo he pasado bien, 3 horazas (como toca con las buenas pelis, faltando las sesiones dobles de antaño), con violencia bien ejecutada, algún dialogo bueno pero sin la maldad quirúrgica de otras veces, y alguna risa, muy limitadita. Claro que la recomiendo, no es un film que merezca pasar a la historia como de inexcusable cita, pero cuando la emitan dentro de unos años, no le haré ascos a otro visionado.