No suelo conectar con el cine de Soderbergh, pero como buen cinéfilo siempre acabo viendo sus películas, por lo que os podéis imaginar la pereza extrema que me daba ver una cinta del mismo sobre 'strippers' masculinos. Por suerte, la cinta me ha gustado, pero su cine sigue pecando de una frialdad que hace imposible que conectes con cualquiera de sus protagonistas.

La cinta versa sobre Mike (un C. Tatum en su salsa), un 'stripper' de 30 años que desea sacar adelante su empresa y iniciar una nueva vida, que un buen día se topa con un chico de 19 años (A. Pettyfer) bastante perdido al que inicia en el mundo de la noche, presentándoselo al dueño del local en que trabaja, un 'stripper' veterano (un excelente Matthew McConaughey) que sigue viviendo como cuando tenía 20 años, y en el Mike vislumbra su futuro a no ser que pegue un cambio radical a su vida. Todo lo que empieza como una vida de ensueño repleta de dinero y mujeres, se le vuelve en contra al chico, ya que inicia una etapa de autodestrucción de la que Mike y su hermana (por la que Mike bebe los vientos) le intentarán sacar.

El guión es bastante previsible, y como he dicho antes, la cinta es demasiado fría, ya que no conectas con ningún personaje. Por suerte la cinta es amena y no se hace larga, además Soderbergh filma muy bien los bailes en el escenario. La pena es que detrás de esto no hay nada más, por lo que la cinta no deja de ser un 'fast food' más con algunos toques de autor.

Sin duda la cinta la disfrutarán más las chicas y los hombres homosexuales que yo, ya que tanto Channing Tatum como Matthew McConaughey se pasan la cinta si camiseta. Además de eso salen algunos 'cachas' de la pequeña pantalla como Joe Mangianello (Alcide en 'True Blood') o Matt Bomer, por lo que su público objetivo saldrá de lo más contento de la sala.

Lo mejor: Es bastante amena y se ve con interés.
Lo peor: Su frialdad y la sensación de que no aporta nada.

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