Esta joya cinematográfica es sin duda una obra maestra de los años 90 sin exagerar todavía podria ser la mejor de los años 90s, pero cuando la vi hace unos días pude verificar que Quentin Tarantino tenia ideas geniales solo necesitaba de actores "geniales" y lo logro la historia es simplemente perfecta. Su final un poco religioso-filosófico osea los diálogos de Samuel L. Jackson son increíbles, logra llenar momentos en los que son mucho dialogo con momentos graciosos y a la vez impactantes. Lo que no entiendo es el por que de los posters pues muestran a un Jackson sin su peinado afro y a Willis con camiseta negra, eso nunca lo vi pero eso no importa al fin de cuentas, Tarantino supo realizar y rodar una fantástica pelicula la cual solo se rodó en una semana, imagínense.