Estamos ante una película que pretende mostrar unos hechos acontecidos por unos asesinos en serie que marcaron una etapa negra en la historia de los EEUU.

Como bien se indica, la película fluye en una línea principal e histórica, reforzándola con elementos y personajes ficticios que pretenden acercar al espectador al drama vivido.

Es una película que por instantes consigue transmitir el descontrol y caos que sufrió el país y la policía en la búsqueda de los asesinos.
Con elementos de la presión de la prensa y la opinión popular, la mentalidad y pasado de los asesinos, el verdadero temor de la policía...
Todo ello resulta en cierto modo acertado, pero no impide que estemos ante una película planísima, en la que de principio a fin nos adelantaremos a aquello que va a ocurrir, y que en consecuencia nos dejará un sabor más agrio que dulce.