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Voto de Ferdydurke:
4
9 de septiembre de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fotos.
Es de esas películas, casi todas, que según van pasando los minutos, van empeorando, a marchas forzadas, implacablemente hacia el fondo del abismo, atraídas irremisiblemente por el mal absoluto, por el infierno del cine, esa sima abisal donde no llega la luz, donde viven los monstruos.
Pues eso, que empieza bien, chico guapo, chica guapa, venga a enamorarnos, pero algo huele a podrido en Dinamarca, amor a quemarropa, ella es demasiado bonita y activa y te lo pone demasiado fácil, a huevo, imposible, huele un poco a chamusquina, si algo parece mentira o es demasiado bueno, es porque es mentira y demasiado bueno, seguro, aunque mejor no le miramos el diente, vale, corramos un tupido velo y que pase felizmente el tiempo.
Un martillazo inopinado y muy a bocajarro, sí, he dicho martillo, en toda la sien resuelto con una triste tirita de medio milímetro, como si nada, fue una señal inequívoca, de la bestia, de que la película no era ni medianamente seria, más bien muy cachonda y carnavalera, y de que tampoco tenía la mejor de las opiniones de sus posibles espectadores, si en detalles tan fácilmente solucionables y descaradamente evidentes, actúan así, pasan tan olímpicamente de cualquier verosimilitud, imagínate cuando la cosa se ponga más grave, con el resto, obviamente será como la verbena de la paloma, una zarzuela, ni más ni menos, a por ellos.
Ella desaparece y comienza la investigación. Mucha mala gente, misterio y golpeo. Él sigue, don erre que erre, incansablemente, el más valiente entre mil, Eurídice y Orfeo.
Es de esas películas, casi todas, que según van pasando los minutos, van empeorando, a marchas forzadas, implacablemente hacia el fondo del abismo, atraídas irremisiblemente por el mal absoluto, por el infierno del cine, esa sima abisal donde no llega la luz, donde viven los monstruos.
Pues eso, que empieza bien, chico guapo, chica guapa, venga a enamorarnos, pero algo huele a podrido en Dinamarca, amor a quemarropa, ella es demasiado bonita y activa y te lo pone demasiado fácil, a huevo, imposible, huele un poco a chamusquina, si algo parece mentira o es demasiado bueno, es porque es mentira y demasiado bueno, seguro, aunque mejor no le miramos el diente, vale, corramos un tupido velo y que pase felizmente el tiempo.
Un martillazo inopinado y muy a bocajarro, sí, he dicho martillo, en toda la sien resuelto con una triste tirita de medio milímetro, como si nada, fue una señal inequívoca, de la bestia, de que la película no era ni medianamente seria, más bien muy cachonda y carnavalera, y de que tampoco tenía la mejor de las opiniones de sus posibles espectadores, si en detalles tan fácilmente solucionables y descaradamente evidentes, actúan así, pasan tan olímpicamente de cualquier verosimilitud, imagínate cuando la cosa se ponga más grave, con el resto, obviamente será como la verbena de la paloma, una zarzuela, ni más ni menos, a por ellos.
Ella desaparece y comienza la investigación. Mucha mala gente, misterio y golpeo. Él sigue, don erre que erre, incansablemente, el más valiente entre mil, Eurídice y Orfeo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Y ella reaparece. Esa parte final es tan inverosímil como increíblemente lamentable. Nada tiene ni pies ni cabeza, ni el más mínimo sentido, todo es deleznable, un latrocinio.
De risa. Una pena.
Al final acaban como Butch Cassidy y Sundance Kid; aunque no lo veamos, lo imaginamos, nos lo merecemos, eso por lo menos.
De risa. Una pena.
Al final acaban como Butch Cassidy y Sundance Kid; aunque no lo veamos, lo imaginamos, nos lo merecemos, eso por lo menos.