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Voto de Ferdydurke:
3
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5.2
1,303
Drama
Martín, un joven de 16 años entusiasta de las carreras de maratón, detesta a su estricto padre, al que culpa de la sospechosa muerte de su madre. Con la ayuda de África, la hija de la nueva novia de su padre y primera chica con la que tiene sus primeras experiencias sexuales, Martin decide vengarse de su padre. Martín y África viven su sexualidad y sus planes criminales como un cuento o una película. Pero el amor y la muerte son un duro ... [+]
14 de julio de 2021
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Correr. La madre muerta. Jamón, jamón. Los cuatrocientos golpes. La soledad del corredor de fondo.
Obsesivo compulsivo que huye de la realidad corriendo y que se hace daño, también es masoquista como desesperada salida, para no tener que tomar decisiones difíciles, en lugar de ir hacia delante o hacia fuera, gira el dolor, se atasca en sí mismo, hacia dentro.
África, ese continente, es el mito romántico, el pobre, Abebe contra los ingleses, que se enfrenta al poderoso y lo derrota en su terreno, David contra Goliath, el eterno, gran combate.
Elena Anaya es la femme fatale o la Lolita que lleva a la perdición a los hombres, concretamente a este santo inocente, loco de atar, a través del sexo.
Vidas desarraigadas, barrio pobre, alcoholismo, drogadicción, atracos, muertes, marginal sexo, de todo un poco.
Ungría no sabe muy bien lo que hacer con tanto meollo y escombro, recoveco e infierno y al final se nota demasiado, el último tramo es bochornoso. Quiere llamar la atención acumulando excesos, exageraciones y disparates, sal gorda, realismo apestoso. También pretende meterse en la psique de un enfermo, retratar su desarreglo, su posible esquizofrenia, oye voces, ruidos, africanos tambores, manga por hombro.
Obsesivo compulsivo que huye de la realidad corriendo y que se hace daño, también es masoquista como desesperada salida, para no tener que tomar decisiones difíciles, en lugar de ir hacia delante o hacia fuera, gira el dolor, se atasca en sí mismo, hacia dentro.
África, ese continente, es el mito romántico, el pobre, Abebe contra los ingleses, que se enfrenta al poderoso y lo derrota en su terreno, David contra Goliath, el eterno, gran combate.
Elena Anaya es la femme fatale o la Lolita que lleva a la perdición a los hombres, concretamente a este santo inocente, loco de atar, a través del sexo.
Vidas desarraigadas, barrio pobre, alcoholismo, drogadicción, atracos, muertes, marginal sexo, de todo un poco.
Ungría no sabe muy bien lo que hacer con tanto meollo y escombro, recoveco e infierno y al final se nota demasiado, el último tramo es bochornoso. Quiere llamar la atención acumulando excesos, exageraciones y disparates, sal gorda, realismo apestoso. También pretende meterse en la psique de un enfermo, retratar su desarreglo, su posible esquizofrenia, oye voces, ruidos, africanos tambores, manga por hombro.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
¿Mató a su mujer Imanol o cayó por azar, estaba borracha y ya está, nada más, la pudo tal vez, como dice él, salvar? Esa ambigüedad se mantiene y está bien que así sea.
La película son los muchos planes de asesinatos fallidos de los zangolotinos alternados con sus torpes sesiones de sexo.
El problema gordo acucia más cuando tienen que cerrar la propuesta, tanto camino y su laberinto, y no saben cómo, nos damos de bruces con disfraces, caídas, disparos, también en la cabeza, resurrecciones a pares, bodas, cartas y finales felices, todo de aquella manera, a la carrera, sin seso, bastante tonto.
Es una obra crispada, violenta, rara/sucia, tiene su cierta gracia y algún encanto, pero está todo muy mal realizado y contado, a borbotones, a tropezones, descacharradamente, se nos cae la casa encima, tiene aluminosis.
Ella es de armas tomar, él es un pobre desgraciado desnortado. No pueden durar.
La película son los muchos planes de asesinatos fallidos de los zangolotinos alternados con sus torpes sesiones de sexo.
El problema gordo acucia más cuando tienen que cerrar la propuesta, tanto camino y su laberinto, y no saben cómo, nos damos de bruces con disfraces, caídas, disparos, también en la cabeza, resurrecciones a pares, bodas, cartas y finales felices, todo de aquella manera, a la carrera, sin seso, bastante tonto.
Es una obra crispada, violenta, rara/sucia, tiene su cierta gracia y algún encanto, pero está todo muy mal realizado y contado, a borbotones, a tropezones, descacharradamente, se nos cae la casa encima, tiene aluminosis.
Ella es de armas tomar, él es un pobre desgraciado desnortado. No pueden durar.