Corazón salvaje, Cartoon y Mad Max. Lynch, los Looney Tunes y petróleo o (dame) gasolina, sin más.
Un western psicotrónico de frontera, sin cabeza, slapstick, dbujo animado, trece rue del percebe.
La primera media hora es magnífica maravillosa (esa escena, densa, por ejemplo, en la que llega la policía, mucha policía a la casa del delito, donde los Lindbergh, en la que hay un millón de bromas y chistes y alusiones por segundo, delirio, indecible gozo), después degenera, se afea, y termina muy floja, dando a la tristeza (tanta) pena, decae o deviene se tuerce hacia el lado más débil, hacia la tontuna plena y la simpleza purria y la irresolución alocución duda, una lástima, y la bobería y la monserga. O Brother! Miseria.
La trama o idea primera (y única) habla de la necesidad (insoslayable, imperiosa, inefable, innegable, imparable), imperativo categórico, de reproducirse y tener/traer hijos al mundo (hoy, treinta siete años después, sería justo exactamente al contrario o al revés, los personajes, todos los personajes se matarían por abandonar al bebé, por deshacerse de él, por escurrir el bulto, por quitárselo de encima como el diablo que lleva el alma, por separarse o divorciarse, por abortar o no tenerlo/quererlo/desearlo, ello, cómo hemos las lanzas tornado, la tortilla vuelta y vuelta, progresado, mejorado, de la vida a la muerte, eso), de formar (una empresa que diría el otro o mejor la otra, el rojo, y la roja, valga la capitalista comunista paradoja, ven los hijos como un negocio, arpía) una familia, esa es la cosa, la querencia, el viva, al ansia, el anhelo, el deseo, el objetivo, el sentido, el orden, el cielo, la decisión, lo demás, mierda, cuento, inercia, entropía, acuerdo.
A continuación, como dijimos, se desenrosca o desenrolla, purrela, miasma, palos de ciego da, hace el indio y el cretino, y el ridículo, no se aclara, se pierde, se degrada, obsoleta obsolescencia programada, se atora, se empana, lechuguina.
Están los dos muy guapos, verles tan jóvenes y pimpantes relucientes, ternes, da gusto, y el tono es oligofrénico y divertido, psicótico y juguetón, travieso y granujiento, cómic y ladrón, pirata, esa mirada (¿compasiva?) sobre el mundo (que arrojan o espolvorean, la semillita echan) siempre los Coen que ven lo humano como una mezcla despatarrante y escacharrante de abismal idiocia, profunda corrupción y sin par delirio, irracionalidad, egoísmo, ignorancia, burricie, estupidez, subnormalidad, retraso, alegría, disparate, engendro, espanto, carcajada, hostiazo, incomprensión, golpiza, gente/s (que) mejor no meneallas, no agitarlas ni usarlas, alto peligro de explosión/extinción, minas (sub)humanas, que en cuanto tienen la más mínima idea u ocurrencia o se les pasa algo por el magín o hacen o perpetran alguna cosa, dios no lo quiera o permita, la cagan, la espichan, se va todo al garete, total siniestro, al traste, absoluto desastre, para qué te metes, si no sabes, nada.