* Aunque bastante increíble que resista pelee como un jabato tanto con la puñalada trapera dentro haciendo daño, y las paladas en las piernas que no las sienta, ni Terminator, y, para colmo y remate, gaseado, no damos abasto, ni Krahe, El milagro de P. Tinto.
El viaje en autobús, cantemos todos juntos, viva nuestro conductor, conductor, conductor, viva nuestro conductor, conductor, Thor, y, también, de paso, Los Simpson, se hace eterno (como la polaca la pobre pelma dando la matraca a diestro y siniestro, cansina), que parecía que iba al mismo infierno, como el de Speed o el de Harry el sucio o el de Pesadilla en Elm Street, parecidos razonables, afinidades electivas mediante, y, sobre todo, rey de reyes, puro oro, el momento en el que nuestro héroe favorito dice o grita ¡Fuego! y todos salen corriendo escopetados, salida nula, por debajo de la reacción humana, eliminados de la carrera, sin encomendarse ni a Dios ni (como alma que lleva) al diablo, el humor y el maestro, claro, el perro de Pavlov, estímulo y reacción, descojonación, trepanación, reflejo condicionado, no se lo salta ni un gitano ni su brazo, la casa de tócame, (Yo hice a) Roque (III), de pánico masivo ataque, quién pueda sálvese, del Caserío me fío, de la Virgen también y que la pelo me corro, de la burra por los pelos.
Uno, dos, tres + Ninotchka + El cielo sobre Berlín + Karl marx + Good bye, Lenin! + Leningrand Cowboys: These Boots + Cowboy de medianoche + Viento de libertad + Una mente maravillosa + El hombre que conocía el infinito + El indomable Will Hunting.
El guiño cómico epílogo, tirar de la manta y carretera, último que cierra el círculo está chulo, rima con el principio, frío, fino, finito no de Córdoba, miedo tengo.