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Voto de Ferdydurke:
5
5.8
5,446
Romance. Comedia
Jean (Gad Elmaleh), un tímido camarero de un hotel de lujo, finge ser un millonario y despierta el interés de Iréne (Audrey Tautou), una aventurera a la que le gusta que hombres adinerados paguen sus cuentas. Cuando Iréne descubre quién es realmente Jean, escapa. Sin embargo Jean se ha enamorado, y la sigue hasta la Costa Azul. (FILMAFFINITY)
13 de abril de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bajita pero bien hecha. Del mercado.
Desayuno en Tiffany's y La chica con la maleta, ¿una mezcla?
Si tiene tres partes, la primera está bien, las segunda más corta muy bien y la tercera y última bastante mal. Ella es una locura, él es solo ojos. El resto es una historia más disfrutable que buena, más entretenida o chispeante que creíble o razonable, más bonita que con algún sentido.
Si alguna conclusión moral de verdad se puede sacar de esto, es que ser rico debe ser la hostia puta, así sí, un chollo, todo lo da y se puede. Y que el amor es en un palo una mierda pinchada. ¿Es cínica?
Desayuno en Tiffany's y La chica con la maleta, ¿una mezcla?
Si tiene tres partes, la primera está bien, las segunda más corta muy bien y la tercera y última bastante mal. Ella es una locura, él es solo ojos. El resto es una historia más disfrutable que buena, más entretenida o chispeante que creíble o razonable, más bonita que con algún sentido.
Si alguna conclusión moral de verdad se puede sacar de esto, es que ser rico debe ser la hostia puta, así sí, un chollo, todo lo da y se puede. Y que el amor es en un palo una mierda pinchada. ¿Es cínica?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El final a lo Julia Roberts y Richard Gere es una despedida a la francesa.
Entre Ernst Lubitsch y Jorge Sanz.
Me gusta cuando ella es cruel con él y le arruina toda la rala cuenta como Julio en los setenta o Naomi en los noventa, esa parte contratante, cuando él la compra por diez míseros segundos, ese euro que vale por un imperio entero y ella lo asume, su condición de puta, con grandeza, seca, ese momento o tramo de zorra que se venga.
Y también cuando la salva de la quema como un caballero andante en la piscina donde ella se muere de pena frío o cuando él se va y ella se queda excitada en la cama por lo que no fue y pudo haber sido.
No me gusta lo de la vieja, demasiado tonto y superficial y fácil y nada verosímil, y el precipitado cierre a la carrera, vamos que nos vamos, con la otra de lujo furcia al retortero haciendo el primo.
Entre Ernst Lubitsch y Jorge Sanz.
Me gusta cuando ella es cruel con él y le arruina toda la rala cuenta como Julio en los setenta o Naomi en los noventa, esa parte contratante, cuando él la compra por diez míseros segundos, ese euro que vale por un imperio entero y ella lo asume, su condición de puta, con grandeza, seca, ese momento o tramo de zorra que se venga.
Y también cuando la salva de la quema como un caballero andante en la piscina donde ella se muere de pena frío o cuando él se va y ella se queda excitada en la cama por lo que no fue y pudo haber sido.
No me gusta lo de la vieja, demasiado tonto y superficial y fácil y nada verosímil, y el precipitado cierre a la carrera, vamos que nos vamos, con la otra de lujo furcia al retortero haciendo el primo.