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Rusia Rusia · Stalingrado
Voto de Ferdydurke:
5
Drama Chris Gardner (Will Smith) es un vendedor brillante y con talento, pero su empleo no le permite cubrir sus necesidades más básicas. Tanto es así que acaban echándolo, junto a su hijo de cinco años (Jaden Smith), de su piso de San Francisco, y ambos no tienen ningún lugar al que ir. Cuando Gardner consigue hacer unas prácticas en una prestigiosa correduría de bolsa, los dos protagonistas tendrán que afrontar muchas adversidades para ... [+]
7 de noviembre de 2021
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fuck happyness. Números y personas. Raging bull.
Retrato feroz del capitalismo liberal norteamericano tan democrático que en esta parábola religiosa, para variar, adopta el papel de un dios salvaje que se echa a un lado para disfrutar como un cosaco de las infinitas perrerías y tremendas bajezas que el diablo se permite perpetrar con/tra este pobre hombre que no es otro que el mismo santo Job ochentero tan sufrido y bueno, solo algo posmoderno, Sísifo Orfeo negro.
Vitriólico y despiadado panorama el que se nos muestra, aterrador mundo, lleno de alimañas y emisarios del mal, que para colmo, sal en la herida, recochineo fino, regodeo espeso, los pintan la mar de majos y buena gente, ni ese consuelo nos dejan, ni la maldad les adorna, cuánta sofisticada villanía, qué perfecta presentada de esta sutil manera, a todo ese poco variado grupo de hijos de puta que le torturan con saña y mucha amabilidad y calor humano durante toda la película a nuestro añejo héroe, que te putean día y noche de todas las maneras imaginables e impensables, imposibles, repleto de sanguijuelas siniestras que te chupan hasta literalmente la sangre que corre loca por tus venas.
Tanto es así, la visión es tan negra y sarcástica, la alegoría tan burra y apabullante/aplastante, que nada más acabar de ver esta obra, te dan unas ganas locas de coger las maletas, como ella al principio y él mismo durante buena parte del metraje, y escapar a Corea del Norte, ese paraíso opuesto, cualquier cosa, lejos de todo, pero muy especialmente lo más contrario a ese sistema político-ecónomico tan atroz, injusto y miserable.
Autocrítica desde dentro, sepuku, ceremonia negra, se sacan los intestinos y todas las vísceras para que las veamos todos y así aprendamos la lección de una vez por todas, lo que no hay que hacer de ninguna de las formas, para que elijamos, si eso es posible, cualquier otra vida o modo de actuar u organización social, ya que la que aquí se plasma, enseña o expone está expuesta a la más pura arbitrariedad y absurdo, a expensas de fuerzas diabólico celestiales completamente delirantes y abstrusas.
Los designios de Dios son inescrutables y además muy jodidos y sádicos.
Dinero, esta película es también de ciencia ficción, el pago del alquiler, los impuestos, las multas, la mujer que te deja, el crío tan pequeño, la guardería o colegio, bonanza y vacaciones en el mar, las falsas apariencias, las humillaciones laborales, lamerle las botas o las otras a los jefes hasta que no te quede lengua o saliva y lo hagas con las lágrimas de tus ojos, al suelo los cojones, las colas, los caseros y las carreras, los baños públicos, la falta de salida, el ridículo y el fracaso, la nada, todo eso tan irreal y fantasioso, aquello de lo que nunca se habla porque está tan fuera de nosotros es en este caso lo que ocupa todos los minutos del argumento, de esta obra tan evasiva y escapista y por tanto tan dañina, por no afrontar los hechos tal cual, por no mirar a la cara la realidad concreta o material.
Penalidades, decepciones, frustraciones, impotencia, vejaciones, atropellos... Y así todo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
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