Nunca vi una cosa salvaje
que se compadeciera de sí misma.
Un pequeño pájaro caerá muerto congelado de una rama
sin haber sentido nunca lástima de sí mismo.
La película más feminista de la historia no ya del cine sino de la entera humanidad por los silos de los siglos amén. Retrato fidedigno. Panfleto (paranormal) incluso.
Tesis. Anne Bancroft. La profesional feminista, dícese de políticas e ideólogas (¿demagogas?), promulgadoras, propagadoras, instructoras, aleccionadoras y patrocinadoras, altos cargos (¿cargas?), vende a la mujer feminista a las primeras de cambio, la echa a los caballos, a caer de un burro porque en verdad es la que menos cree en lo que ella mismo dice o proclama, el feminismo. Tal cual.
Antítesis. Demi Moore. La mujer feminista de a pie, común y corriente, moliente, una más, como tú y como yo (más o menos) ama por encima de todas las cosas que los hombres la aporreen, humillen, insulten, vejen, maltraten, desprecien, abusen y un largo etcétera para así sentirse valorada y probada como dios manda, con ello disfruta, goza, se supera, dame más madera.
Síntesis. El ejército de los USA (el lugar donde se resuelven todas las contradicciones y salen la luz y la verdad, el bien y la belleza a flote). La política feminista, profesional, ideóloga, la que maneja los hilos es vencida por la mujer de a pie feminista que a su vez encuentra el respeto (deseo, amor y admiración de fondo, obvio, de noche el portero) en el hombre que más, con mayor fruición se ensaña, la maltrata y humilla o abusa y degrada desprecia e injustamente brutaliza, tiraniza y arrasa.