El amor nada puede con la muerte. La oscuridad siempre a la luz vence. Todo acaba siempre mal, de la peor manera imaginable o posible. No hay posibilidad de escape, ninguna solución ni atajo, al hoyo, todos.
Aberrante película con sus ínfulas de loco montaje. Romanticismo estupefaciente, speedico.
Recuerda algo a Kitano. Trata de ser tierna a la par que increíblemente sanguinolenta, ultraviolencia. El fuego de la venganza. Nada tiene ni pies ni cabeza; el argumento es una débil coartada para una orgía apocalíptica videoclipera esquizofrénica autista de barbarie y sesos desparramados. John Wick. Por lo menos, todo hay que decirlo, intenta ser algo original en la forma de contar, lo cual es también, desgraciadamente en esta ocasión, casi peor el (chungo) remedio que la enfermedad (terminal), se hace vuelve todavía más intolerable si cabe o tal vez solamente aún más tediosa.