La película es excelente en el sentido de que combina los extremos de condición humana: lo espiritual y sexual. La interpretación de las dos actrices es sobresaliente, la más joven representa el deseo de experimentar y vivir y la Joe mayor, maravillosamente encarnada por Charlotte Gainsbourg, expresa la espiral de degradación que le impulsa a buscar cada vez situaciones cada vez mas morbosas y extremas para satisfacer sus pulsiones sexuales.

La película es pornográfica en el sentido más amplio del termino, pues muestra el sexo de manera cruda y explícita y descarnada lo que no quita que haya dosis moderadas de erotismo en la forma de mostrar los cuerpos desnudos.
Algunas escenas son más propias del porno convencional que del cine comercial, como el trío con dos hombres o las sesiones de sadomasoquismo. A pesar haber visto mucho porno en mi vida, no soy partidario de sexo explícito y real ya que la transgresión por la transgresión y el sexo gratuito puede percibirse como una manipulación. Ya hace casi 40 años el genial Buñuel hizo esa obra maestra del erotismo que es " Belle de jour " en la que se abordaban las "perversiones sexuales" como el sadomasoquismo o el fetichismo con gran elegancia y contención. El problema de Lars Von Trier y otros directores que van de modernos es creen haber inventado el sexo.

Lo mas interesante de la película es el diálogo que mantienen la ninfómana Joe y el hombre que cobija en su casa. Ambos representa los polos opuestos del ser humano, o mejor dicho, las dos formas de vivir la vida, la emocional y la intelectual. De todos modos, el impacto emocional sobre el espectador se ve algo mermado porque parece que el director tiene miedo de ir demasiado lejos y usa el humor para atenuar lo violento de las situaciones que se presentan. Estoy seguro de que un realizador como Kubrick no habría sucumbido a la tentación dar tregua el espectador y hubiese eliminado la parte filosófica de la cinta, lo que demuestra que Lars Von Trier no es tan provocador como quiere aparentar.

La mezcla de pornografía y Filosofía es de lo más estimulante. No entiendo este miedo puritano de algunos de reconocer que las películas de autor pueden contener elementos pornográficos aunque dichos elementos no busquen la excitación del que ve el filme ( lo cual dependerá siempre la sensibilidad y los gustos de espectador).

En cuanto a la diferencia entre la primera y la segunda parte de Nymphomaniac, prefiero esta última pues resulta mas brutal y menos manipuladora que primera al prescindir de tanta filosofía y melodrama. Podriamos decir que hay más porno en sentido estricto y por tanto mas directa y honesta. Se tocan los temas más escabrosos como los tríos, la pederastia y el sadomasoquismo.