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Voto de RoRo Nereus:
8

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8
6.3
23
21 de diciembre de 2024
21 de diciembre de 2024
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La película "Lenin v 1918 godu" (Lenin en 1918), dirigida por Mikhail Romm en 1939, es un ejemplo emblemático del cine soviético de su época, combinando un relato histórico con una estética propagandística que destaca los ideales del comunismo y el heroísmo revolucionario.
Aspectos positivos del filme:
Interpretación de Boris Shchukin como Lenin: Su actuación es un punto culminante, logrando capturar la figura carismática y la humanidad de Lenin. Su capacidad para transmitir tanto la determinación como la vulnerabilidad del líder revolucionario lo convierte en uno de los retratos más memorables de Lenin en el cine.
Narrativa inspiradora: La película presenta un relato que mezcla hechos históricos con dramatización, lo que crea una narrativa poderosa que exalta la lucha y las dificultades enfrentadas durante los primeros años de la Revolución. Este enfoque permite a la audiencia conectar emocionalmente con los ideales del momento.
Producción técnica destacada: A pesar de las limitaciones de la época, la cinematografía de Boris Volchek emplea un uso efectivo del blanco y negro, resaltando el dramatismo de las escenas clave. Los encuadres y los juegos de sombras subrayan el tono solemne de los acontecimientos retratados.
Fidelidad al mensaje político: Como parte del cine soviético de la era de Stalin, la película logra encapsular la narrativa oficial de la Unión Soviética de los años 30, sirviendo como una herramienta eficaz de consolidación ideológica. Esto no solo refuerza el papel de Lenin, sino que también ensalza a los personajes colectivos del pueblo trabajador.
Dirección magistral: Mikhail Romm maneja hábilmente el balance entre la grandilocuencia política y las emociones personales, lo que permite que el filme funcione tanto como un documento histórico dramatizado como una obra de arte cinematográfica.
Si bien "Lenin v 1918 godu" está impregnada de la propaganda característica de su tiempo, su valor histórico, cultural y cinematográfico es innegable, consolidándose como una obra que merece ser estudiada y apreciada en su contexto. Es una ventana tanto a los ideales revolucionarios como a la capacidad artística del cine soviético en su apogeo
Aspectos positivos del filme:
Interpretación de Boris Shchukin como Lenin: Su actuación es un punto culminante, logrando capturar la figura carismática y la humanidad de Lenin. Su capacidad para transmitir tanto la determinación como la vulnerabilidad del líder revolucionario lo convierte en uno de los retratos más memorables de Lenin en el cine.
Narrativa inspiradora: La película presenta un relato que mezcla hechos históricos con dramatización, lo que crea una narrativa poderosa que exalta la lucha y las dificultades enfrentadas durante los primeros años de la Revolución. Este enfoque permite a la audiencia conectar emocionalmente con los ideales del momento.
Producción técnica destacada: A pesar de las limitaciones de la época, la cinematografía de Boris Volchek emplea un uso efectivo del blanco y negro, resaltando el dramatismo de las escenas clave. Los encuadres y los juegos de sombras subrayan el tono solemne de los acontecimientos retratados.
Fidelidad al mensaje político: Como parte del cine soviético de la era de Stalin, la película logra encapsular la narrativa oficial de la Unión Soviética de los años 30, sirviendo como una herramienta eficaz de consolidación ideológica. Esto no solo refuerza el papel de Lenin, sino que también ensalza a los personajes colectivos del pueblo trabajador.
Dirección magistral: Mikhail Romm maneja hábilmente el balance entre la grandilocuencia política y las emociones personales, lo que permite que el filme funcione tanto como un documento histórico dramatizado como una obra de arte cinematográfica.
Si bien "Lenin v 1918 godu" está impregnada de la propaganda característica de su tiempo, su valor histórico, cultural y cinematográfico es innegable, consolidándose como una obra que merece ser estudiada y apreciada en su contexto. Es una ventana tanto a los ideales revolucionarios como a la capacidad artística del cine soviético en su apogeo