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4.4
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Terror. Ciencia ficción
Un científico nazi planea crear un ejército de zombies para ayudar a Alemania a ganar la Segunda Guerra Mundial. (FILMAFFINITY)
23 de diciembre de 2024
23 de diciembre de 2024
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Revenge of the Zombies se sitúa en el terreno de las películas de terror de serie B que florecieron durante la década de 1940, mezclando los tropos del género zombi con el trasfondo de la Segunda Guerra Mundial. Aunque el concepto de mezclar zombis y nazis era intrigante para su época, la ejecución deja mucho que desear.
John Carradine, quien encarna al siniestro doctor Von Altermann, es uno de los aspectos más destacados del filme. Su interpretación exagerada y caricaturesca aporta un aire de teatralidad que, aunque campy, resulta entretenida. Sin embargo, el resto del elenco no logra mantener el mismo nivel de intensidad, y algunos de los personajes secundarios caen en clichés y actuaciones planas.
El guion, escrito por Edmond Kelso y Van Norcross, ofrece una trama que, si bien sencilla, a menudo se siente dispersa. Las motivaciones del doctor y la conexión entre sus experimentos y la agenda nazi carecen de desarrollo profundo, dejando al espectador con más preguntas que respuestas.
En cuanto a la atmósfera, los escenarios del pantano son efectivos para transmitir un aire de misterio y aislamiento, aunque la iluminación y la fotografía no alcanzan a destacar visualmente. Los efectos especiales, por otro lado, son rudimentarios incluso para los estándares de la época, lo que resta impacto al aspecto sobrenatural de la historia.
Quizás el mayor problema de Revenge of the Zombies es su falta de originalidad. Si bien intenta capitalizar el éxito previo de películas como White Zombie (1932) y King of the Zombies (1941), no logra aportar nada nuevo al subgénero. En lugar de expandir la mitología zombi, la película se conforma con repetir fórmulas ya gastadas.
Veredicto:
Revenge of the Zombies es una curiosidad para los fanáticos del terror clásico y de John Carradine, pero difícilmente será memorable para el público en general. Aunque ofrece algunos momentos de diversión involuntaria y un vistazo al cine de bajo presupuesto de los años 40, su falta de profundidad narrativa y sus actuaciones desiguales la relegan a ser un título menor en el canon del cine de terror.
John Carradine, quien encarna al siniestro doctor Von Altermann, es uno de los aspectos más destacados del filme. Su interpretación exagerada y caricaturesca aporta un aire de teatralidad que, aunque campy, resulta entretenida. Sin embargo, el resto del elenco no logra mantener el mismo nivel de intensidad, y algunos de los personajes secundarios caen en clichés y actuaciones planas.
El guion, escrito por Edmond Kelso y Van Norcross, ofrece una trama que, si bien sencilla, a menudo se siente dispersa. Las motivaciones del doctor y la conexión entre sus experimentos y la agenda nazi carecen de desarrollo profundo, dejando al espectador con más preguntas que respuestas.
En cuanto a la atmósfera, los escenarios del pantano son efectivos para transmitir un aire de misterio y aislamiento, aunque la iluminación y la fotografía no alcanzan a destacar visualmente. Los efectos especiales, por otro lado, son rudimentarios incluso para los estándares de la época, lo que resta impacto al aspecto sobrenatural de la historia.
Quizás el mayor problema de Revenge of the Zombies es su falta de originalidad. Si bien intenta capitalizar el éxito previo de películas como White Zombie (1932) y King of the Zombies (1941), no logra aportar nada nuevo al subgénero. En lugar de expandir la mitología zombi, la película se conforma con repetir fórmulas ya gastadas.
Veredicto:
Revenge of the Zombies es una curiosidad para los fanáticos del terror clásico y de John Carradine, pero difícilmente será memorable para el público en general. Aunque ofrece algunos momentos de diversión involuntaria y un vistazo al cine de bajo presupuesto de los años 40, su falta de profundidad narrativa y sus actuaciones desiguales la relegan a ser un título menor en el canon del cine de terror.