A ritmo de "La Vie en Rose" se presentan este par de enamorados inmaduros, grotescos y despreciables, a lo "Zipi y Zape", haciendo estupideces, perogrulladas y enfrentándose a retos absurdos, dañinos e irracionales.
No es un cuento más sobre el amor y su toxicidad porque no hay moraleja, y son tan odiosos los personajes que solo puedes sentir odio hacia ellos.
El ritmo y montaje es frenético, quiere mantener el clímax de manera constante y resulta extenuante y obsesivo todo el metraje, a la par que fallido y ramplón, cual una mala canción tecno infinita.
Recuerda estéticamente a "Amelie" y al mundo del cómic (con unos decorados y escenografías preciosistas y coloristas), pero es insoportable, profundamente insufribles sus diálogos y su ausencia de mensaje.
Por otro lado, preciosa la chica Cotillard.