Efectiva y colorida, riéndose constantemente de si misma, a la vez que ofrece acción vista desde la perspectiva desbordante de Harley Queen. Robbie y McGregor, es decir, protagonista y villano, se llevan los méritos en actuaciones impecables.
El principal mérito de la película es que devuelve a las películas de comics de DC a un Gotham más callejero y subterráneo, propio de las historias más crudas e interesantes del mito batmaniano, en donde jamás se ha extrañado al villano superpoderoso de turno rompiendo edificios por doquier. Por otro lado, sus falencias recaen en meter a algunos personajes "con calzador" y pese a que damos fe en que las actrices rodaron casi todas las escenas de peleas sin dobles, faltó un poco de fineza y pulcritud en lograr algo un poco más convincente.