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8.3
84,413
Comedia
Época de la Ley Seca (1920-1933). Joe y Jerry son dos músicos del montón que se ven obligados a huir después de ser testigos de un ajuste de cuentas entre dos bandas rivales. Como no encuentran trabajo y la mafia los persigue, deciden vestirse de mujeres y tocar en una orquesta femenina. Joe (Curtis) para conquistar a Sugar Kane (Monroe), la cantante del grupo, finge ser un magnate impotente; mientras tanto, Jerry (Lemmon) es cortejado ... [+]
4 de junio de 2015
4 de junio de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Chicago, 1929. Época de la Ley Seca, de las mafias, de redadas, de baudevilles y bares clandestinos. Joe (Tony Curtis) y Jerry (Jack Lemmon), un contrabajo y un saxofonista, piensan que sus apuros económicos son lo peor que les podría pasar hasta que son testigos de una vendetta (Matanza de San Valentín) con Botines Colombo como protagonista.
De ahí a disfrazarse de mujeres, viajar a Florida y tocar con una banda femenina no hay más que un salto a ciegas: huir de los mafiosos que quieren acabar con tan inoportunos testigos. La huida se complica con la aparición de la moza que canta y toca el ukelele (Marilyn Monroe), de quién Joe se encapricha.
Raro es quién no identifique en estos hechos a “Con faldas y a lo loco” (1959) pero es seguramente porque esté pensando en la película original “Ella somos nosotros” (Alemania 1951) pero no, hablamos del fabuloso remake dirigido por Billy Wilder, una comedia divertida e inocente que no defrauda, pasen los años que pasen, solucionando la pregunta que siempre viene a nuestra mente con las películas antiguas ¿ha envejecido bien?.
A día de hoy nadie se extraña, entre exigencias del guión, transexuales y comedias de policías disfrazados, tenemos hombres enmascarados de mujer para dar y tomar, pero tenemos que remontarnos a una época en la que no era tan habitual, con la comicidad que eso produjo porque, reconozcámoslo, es jocoso ver un trasvestido cuando no está perfectamente bien hecho, vamos, que algo se nota. Y es gracioso ver cómo a medida que avanza la trama Joe y Jerry se van volviendo más femeninos en sus actuaciones; es más, los chicos son más femeninos que ellas, se hacen respetar más y son los que llaman la atención en los hombres, ¿quién sabe? quizás porque son más equilibrados.
A mí me resulta más complicado creer que pueda surgir una relación sana partiendo de mentiras como las que se sueltan en la película, pero volvemos a lo mismo, es una comedia, y en la exageración muchas veces se encuentra el equilibrio.
[...]
Fragmento extraído de www.generacionfriki.es
De ahí a disfrazarse de mujeres, viajar a Florida y tocar con una banda femenina no hay más que un salto a ciegas: huir de los mafiosos que quieren acabar con tan inoportunos testigos. La huida se complica con la aparición de la moza que canta y toca el ukelele (Marilyn Monroe), de quién Joe se encapricha.
Raro es quién no identifique en estos hechos a “Con faldas y a lo loco” (1959) pero es seguramente porque esté pensando en la película original “Ella somos nosotros” (Alemania 1951) pero no, hablamos del fabuloso remake dirigido por Billy Wilder, una comedia divertida e inocente que no defrauda, pasen los años que pasen, solucionando la pregunta que siempre viene a nuestra mente con las películas antiguas ¿ha envejecido bien?.
A día de hoy nadie se extraña, entre exigencias del guión, transexuales y comedias de policías disfrazados, tenemos hombres enmascarados de mujer para dar y tomar, pero tenemos que remontarnos a una época en la que no era tan habitual, con la comicidad que eso produjo porque, reconozcámoslo, es jocoso ver un trasvestido cuando no está perfectamente bien hecho, vamos, que algo se nota. Y es gracioso ver cómo a medida que avanza la trama Joe y Jerry se van volviendo más femeninos en sus actuaciones; es más, los chicos son más femeninos que ellas, se hacen respetar más y son los que llaman la atención en los hombres, ¿quién sabe? quizás porque son más equilibrados.
A mí me resulta más complicado creer que pueda surgir una relación sana partiendo de mentiras como las que se sueltan en la película, pero volvemos a lo mismo, es una comedia, y en la exageración muchas veces se encuentra el equilibrio.
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Fragmento extraído de www.generacionfriki.es